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Se espera que Cocíos despierte hoy del coma
El estudiante del colegio Mejía, Édison Cocíos, presentó ayer cierta mejoría, pero se mantiene en estado crítico luego de que una bomba lacrimógena impactó en el parietal derecho de su cabeza la semana pasada. Ayer estaba previsto quitarle los sedantes que lo mantienen en coma inducido desde el jueves anterior y hoy se espera que despierte para observar su respuesta neurológica.
Previamente se le realizó una cirugía descompresiva para permitir que su cerebro se hinche sin que se aplaste con el cráneo. Además se le colocó un sensor de presión intercraneal para monitorear el estado de su cerebro y hasta ayer por la tarde no tenía ninguna alteración en la presión, pero es de pronóstico reservado.
En primera instancia no necesitaría otra cirugía, hasta observar su progreso cuando el efecto de los sedantes haya desaparecido. Al momento su cerebro no presenta más sangrado, que inicialmente era abundante.
Cocíos, de 17 años, recibió el impacto de una lata lacrimógena durante las protestas de los estudiantes del colegio Mejía, el jueves pasado.
Según versiones de testigos, Cocíos estaba dentro de las instalaciones del plantel cuando recibió el golpe.
El policía que disparó la lata desde un lanzador lo hizo desde unos 15 metros de distancia, por lo que produjo que la herida de Cocíos sea de más gravedad y de inmediato fue trasladado al hospital.
El impacto le produjo un edema cerebral y se mantiene en terapia intensiva.
En primera instancia estaba previsto que los alumnos del colegio realizaran una marcha de protesta por la acción policial contra su compañero, pero el rector del establecimiento educativo, Jorge Andrade, impidió que la efectuaran para evitar nuevos enfrentamientos.