Salida de aeropuerto del centro es urgente
El percance ocurrido con el avión Boeing 737-700, de la aerolínea panameña Copa, la tarde del jueves, evidenció la necesidad de que el aeropuerto internacional Mariscal Sucre salga del norte de la capital, asegura Marco Subía, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas Ecuatorianas. “Definitivamente el accidente de ayer corrobora que Quito necesita un nuevo aeropuerto, pero en condiciones de calidad”, reiteró.
Aún se desconocen las causas que provocaron que la aeronave se saliera de la pista, pero un técnico -que pidió la reserva de su nombre- presume que el clima invernal y la neblina no permitieron el aterrizaje perfecto.
En un comunicado, la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) informó que llegará una comisión de investigadores de Panamá y que la Junta Investigadora de Accidentes (JIA) de ese país será la encargada de dar más detalles de lo sucedido para posteriormente entregar un informe.
El avión llegaba desde Panamá, con 161 personas abordo, a las 17:32 y cuando intentaba aterrizar se salió de la pista, pero no pasó la franja de seguridad. Los tripulantes y los moradores del sector resultaron ilesos.
Las entidades de socorro inmediatamente colaboraron en el auxilio de los pasajeros y de la nave. Aproximadamente a las 19:15. Los aviones que llegaban a la capital fueron desviados a las terminales aéreas de Manta, Guayaquil y Latacunga. Dos horas estuvo cerrado el aeropuerto.
A pesar de eso, algunos vuelos internacionales no se retrasaron en su arribo a Quito. Mediante las redes sociales se anunciaba el incidente. Joseph Polanco agradecía a Dios porque el accidente no pasó a mayores.
Durante los 52 años de operaciones que tiene la actual terminal aérea han ocurrido 11 accidentes de consideración, según datos de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC). Entre los más desastrosos están: el de agosto de 1998, en el que murieron 76 personas, ese día un avión Tupolev de Cubana de Aviación chocó contra la torre de comunicaciones. En septiembre de 1984, una aeronave de AECA se estrelló con casas vecinas al aeropuerto, fallecieron 46 personas, entre ocupantes y moradores.
Para José Albán, técnico de operaciones de la aerolínea Martinair, las condiciones de seguridad que ofrece el actual aeropuerto son “buenas”, pero la tecnología y la longitud de la pista de Tababela son mejores, disminuyendo la posibilidad de accidentes. “La pista del nuevo aeropuerto tiene mil metros más, lo que mejora la situación del aterrizaje”, precisó.
Otro de los beneficios es que la ausencia de edificios y viviendas en los alrededores de la terminal aérea mejora la visibilidad para el piloto. El alcalde de Quito, Augusto Barrera, se pronunció ante el hecho y expresó que “contamos los días para que salga el aeropuerto”. Además, ratificó las fechas de inicio de operaciones de la terminal aérea de Tababela, que serán el próximo 20 de febrero, y que esta vez no se aplazarán, pues la terminal está culminada.
A pocos metros de la avenida Luis Tufiño, límite con la parte norte del aeropuerto, está ubicada una cancha de fútbol, uno de los moradores que hace deporte en el sector, Carlos Benavides, contó que le da temor que los aviones aterricen ahí, porque puede pasar algún accidente y salirse completamente de la pista mientras hay partidos.
Otros moradores también viven con temor por la cercanía a la terminal aérea, por los percances que se han suscitado a lo largo de los años. Rocío Andrade (54 años), que vive en el sector desde que nació, cuenta que se acostumbró al sonido de los aviones, pero siente que al urbanizarse aumentó el peligro a los accidentes.