Sala Penal de CNJ debe evacuar 2.610 procesos
La fusión de las dos salas de lo Penal en una sola es una de las principales diferencias que tendrá que afrontar la recién posesionada Corte Nacional de Justicia (CNJ).
Antes había dos salas. La primera integrada por Hernán Ulloa, Luis Moyano, Milton Peñaherreta más dos conjueces. En la segunda, en cambio, estaban Luis Quiroz, Enrique Pacheco y Felipe Granda, quienes tenían la ayuda de tres conjueces. Pero ahora solo hay una sala en la que trabajarán nueve magistrados.
Esta mesa judicial deberá resolver 2.610 causas pendientes. Allí constan los juicios de peculado y malversación de fondos en contra del ex vicepresidente Alberto Dahik, el cual se encuentra con un auto de nulidad del fallo de la anterior Corte, por parte del fiscal Galo Chiriboga. También está el proceso por peculado y sobreprecio de 15 millones de sucres en la compra de la Mochila Escolar, en contra del ex presidente Abdalá Bucaram, en el que los abogados del implicado pidieron un auto de nulidad del juicio.
Asimismo se tramita el juicio del ex presidente Jamil Mahuad, por el feriado bancario decretado en 1999, que se encuentra en etapa de auto de llamamiento al pleno.
Allí también recae el juicio entablado por el presidente de la República, Rafael Correa, por injurias, en contra del ex editor de opinión de El Universo, Emilio Palacio, y los directivos del diario, a quienes se los acusa de actores coadyuvantes. La querella se encuentra en etapa de casación. Los abogados del medio de comunicación presentaron un recurso de nulidad y de ampliación y aclaración a la providencia que fija la audiencia para el 10 de febrero, a las 09:00.
Finalmente, los nuevos magistrados deberán conocer el proceso que se sigue en contra del ex jefe de la escolta legislativa, Rolando Tapia, involucrado en el levantamiento policial del 30 de septiembre de 2010.
La nueva Sala Penal también deberá hacerse cargo del juicio en contra de los ex administradores de Filanbanco, que se encuentra con medida de auto de llamamiento al plenario.
Para Gerardo Morales, ex conjuez de la Primera Sala de lo Penal, la fusión de las dos salas dificultará el despacho de las 2.610 causas. Aunque precisó que en el caso de los juicios que se señalan anteriormente, el trámite no es largo, sino de “presión por varios medios de comunicación y por ello hay temor de los jueces en tramitarlos”.
A Morales, más bien, le preocupa que los nuevos magistrados tengan que dividirse para un mismo caso. Él pone un ejemplo: cuando el proceso vaya a revisión lo tendrán que ver tres magistrados, pero ellos ya no podrán participar en procesos como sustanciación, audiencias de casación. “Pienso que entonces los conjueces tendrán mayor presencia que los jueces, y serán ellos quienes deberán juzgar y dictaminar al final del proceso”, afirmó el jurista.
Ayer, los magistrados tomaron ubicación en sus nuevas salas y sesionaron con el objetivo de elegir a los respectivos presidentes. También se realizó el sorteo de las 10.125 causas represadas en cada una de las ocho salas especializadas. Morales explicó que este proceso debía realizarse, pero que este sorteo no implica un cambio de salas, “sino que se otorgan responsables para cada uno de los juicios”. El mecanismo se realizó a puertas cerradas.
Extraoficialmente se conoció que en el proceso de reestructuración se cambiarán los secretarios de cada una de las salas, además cada magistrado ingresará a la Función Judicial con su propio asesor. Hay quienes, incluso, quieren que se les asigne chofer y secretaria.