El acuerdo al que llegaron los grupos de oposición el pasado martes sobre la verificación de firmas falsas se concretó ayer. Y, según se supo, tiene un plan más ambicioso que lo maneja con mucho cuidado para los próximos días. 

Líderes del PRE, CREO, Concertación, Pachakutik y MPD llegaron juntos al Consejo Nacional Electoral (CNE) para  pedir la inmediata derogatoria de la resolución PLE-CNE-2-5-8-2012 del organismo electoral,  que ordena la revisión del 100% de las firmas presentadas por las tiendas políticas.

César Rodríguez repitió su acción de 2007. En ese año, junto con simpatizantes del MPD irrumpió en el desaparecido Tribunal Supremo Electoral para exigir se convoque a una consulta popular para la instalación de una Asamblea Constituyente. Ahora, otra vez con el MPD y con megáfono en mano, fustigó al presidente Rafael Correa y buscó de desacreditar a los cinco vocales del CNE, en el mismo estilo del 2007.

La protesta permitió que Luis Villacís, director del MPD, entrara “en confianza” con el prianista Lenin Chica, César Monge (representante de CREO), el roldosista Dalo Bucaram, Mauricio Rodas (líder de Suma) y Juan Carlos Solines (dirigente del movimiento Concertación).

Rafael Antuni, coordinador de Pachakutik, fue el más parco, pues permaneció solo en una esquina, mientras el resto de dirigentes opositores al régimen planeaban cómo ingresar al CNE, a pesar de la ausencia de sus cinco vocales. “Pachakutik solo se junta con los grupos de izquierda y las bases populares, pero los valores de la democracia están trastocados y eso provoca esta unión”, justificó Antuni, con algo de recelo por lo que veía en el ala derecha del grupo.

Cada dirigente convocó a grupos de simpatizantes, que no sumaron más de 400 personas. Y cada barra se esforzaba por alentar a sus respectivos líderes, lo que dificultó que haya sincronización de las consignas “comunes”. Las voces que más se escuchaban pertenecían a las de los simpatizantes de CREO.

“César (Monge), amigo, el pueblo está contigo”, gritaban uno. Entonces, César Montúfar  levantó la mano e hizo una broma para ganarse la amistad del resto de opositores. “Gracias, amigos, por el apoyo”, dijo sonriente. Por el gesto de su rostro se notó que al director nacional de CREO no le causó gracia el chiste del asambleísta de Concertación.

Pasaban los minutos y la coalición partidista, que esperaba en la calle, no lograba ingresar al CNE en busca de una reunión con su titular, Domingo Paredes. El funcionario no se encontraba allí, ya que estaba en una ceremonia militar en la Escuela Superior Militar de Parcayacu.

El objetivo de la oposición era entregar un documento en el que impugnaban la derogatoria de la resolución del CNE  del 5 de agosto pasado, que dispuso reprocesar el 100% de las fichas de afiliación y formularios de adhesión; la entrega de alcances de firmas hasta el próximo 24 de septiembre para las 11 organizaciones políticas aprobadas; y la exclusión de entrega de adhesiones adicionales a las agrupaciones que aún no obtienen la personería jurídica.   

Villacís, Solines y Monge tenían una copia de la resolución que iban a dejar en el CNE, pero no la repartieron entre sus simpatizantes  porque faltaban las firmas de algunos dirigentes que no estuvieron  en la reunión del martes pasado, en la sede de Pachakutik (Quito), pero que ahora sí participaron como Martha Roldós (RED), Henry Llanes (ID) y Lenín Chica (Prian).

Para los dirigentes esa resolución es la muestra más fiable de la “materialización” de la alianza, la cual, según ellos, “busca defender la democracia del intento de barrer con las organizaciones políticas, de cara a las elecciones de febrero de 2013”. Pero también se supo que implementan otras acciones que se conocerán en los próximos días, como marchas, tomas y actos simbólicos.

Como no fueron recibidos por los vocales del CNE, la oposición se ubicó en la avenida 6 de Diciembre, interrumpiendo el tránsito de la Ecovía y, nuevamente, se tomó de las manos para el lente  de la prensa, que no escatimó en sugerir poses y gestos para que salgan con otra faceta.

Entonces, Rodríguez soltó el megáfono y permitió que los dirigentes expusieran sus puntos de vista sobre la presunta falsificación de firmas. Antuni y Villacís no fueron tomados en cuenta por la prensa. En una señal de protesta, Solines, Montúfar, Rodríguez y Roldós se sentaron sobre la calzada. Los otros los acompañaron de pie. Esa acción no duró mucho tiempo debido al intenso sol de mediodía.

De repente una consigna dejó atónitos a los manifestantes. “Que vuelva Bucaram, que vuelva Bucaram, que vuelva Bucaram”, se escuchó ante el asombro de los presentes. Ya para el final llegó  Carlos Sagñay, el  ex candidato a la Presidencia de la República por el extinto movimiento Triunfo Mil.

Pero los líderes políticos lo evitaron a toda costa y no le dieron cabida cuando planeaba ingresar al CNE. Tampoco le entregaron el micrófono para promocionarse.

Antes de las 12:30, los líderes de las organizaciones opositoras pudieron entregar su  manifiesto a un funcionario del CNE. No se movieron del lugar hasta recibir la hoja con el sello de recibido. Y paulatinamente los simpatizantes, visiblemente acalorados, se fueron a comer.

Tras la retirada, los dirigentes tenían previsto reunirse en el Hotel Dann Carlton para pulir su estrategia, según Solines. Y reiteraron que acudirán a organismos internacionales para pedir medidas cautelares ante la resolución del CNE y con ello dijeron que su “alianza”  ha marcado un hito en la democracia.

El siguiente escenario será el Consejo Consultivo que organizará el CNE para analizar la situación y escuchar a los actores políticos.