La avenida Nueve de Octubre, esa calle que ha sido testigo de los vaivenes de la historia guayaquileña, como de costumbre está colapsada por el denso tráfico vehicular. Pero en esta tarde de jueves la situación es más compleja aún por el nudo que se crea a la altura de la calle Pedro Carbo. A dos cuadras de ese punto los alaridos de un hombre retumban en cada uno de los  locales  que existen  en el boulevard.

La vehemencia con la que se dirige a un puñado de personas (cerca de 200) no permite que sus oraciones sean comprensibles. Por momentos se distinguen los términos “Correa”, “Gobierno”, “Chucky Seven”,  “El Universo”, éste último provoca la reacción de los asistentes que, al unísono, responde con “libertad de expresión, libertad de expresión”.

El primero en recibir a los transeúntes o a los vehículos en ese punto (Nueve de Octubre y Pedro Carbo)  es un grupo de señoras que lucen camisetas negras que contrastan con sus collares de tonalidades níveas o cadenas doradas. “Hola hijo. ¿Eres seguidor del diablo?”. La pregunta sorprende a cualquiera y si, por no llevar la contraria, la persona encuestada responde que no, una de las damas procede a entregarle un adhesivo en donde se pide “justicia” para diario El Universo.

Otra de las señoras -que porta un cuadro del Sagrado Corazón de Jesús que cubre por entero su torso- se encarga de gritar la misma pregunta vinculada a Luzbel hacia los conductores que circulan por esa esquina. “¿El plantón no era para protestar por la sentencia contra El Universo?”, consulta un joven de camiseta y jean que cruza por la concentración. “También están reclamando por el proyecto de Ley de Cultos. Hay que aprovechar los momentos para protestar por todo lo que se pueda”, responde otro joven con un look más sofisticado.

Con este ambiente se desarrolla una de las concentraciones convocadas por los hermanos Carlos, César y Nicolás Pérez, directivos de diario El Universo, para protestar contra la sentencia dictada en la querella interpuesta por el presidente de la República, Rafael Correa, por la publicación de un editorial supuestamente injuriosos y en donde se lo acusa de haber disparado a discreción contra un “hospital lleno de civiles” durante el intento de golpe de Estado del pasado 30 de septiembre.   

Desde el pasado 20 de julio -fecha en la que se ordenaron tres años de prisión contra los hermanos Pérez y  Emilio Palacio, ex editor de opinión del rotativo- las convocatorias  son más frecuentes. En Guayaquil, la Plaza San Francisco es el punto de concentración para estos actos, mientras que la Tribuna de Los Shyris, en la capital, reúne a los empleados del diario y a los ciudadanos que lo respaldan.     

El primer llamado formal a estos actos ocurrió el 21 de julio, un día después de la sentencia. En esa ocasión, asistieron, sobre todo, directivos y empleados. La respuesta ciudadana, es decir, la de las personas de a pie, no ha sido la esperada. El promedio de asistencia no ha superado, en ninguno de los actos, las 500 personas. Y la preocupación de los organizadores es palpable.         

En la edición del pasado jueves 8 de septiembre, la caricatura de diario El Universo hizo un llamado frontal a los ciudadanos a acudir al plantón en la Plaza San Francisco y dejar de  “tuitear su rechazo”. El dibujo cerraba con una frase de Martin Luther King: lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos.

Una cita no tan concurrida

Un grupo de ciudadanos opositores al régimen creó el denominado grupos “Los Kbreados”, emulando a la agrupación que se conformó en varias provincias españolas para rechazar las  crisis económicas y sociales en la Unión Europea.

Cerca de cuatrocientas personas acudieron hace tres sábados al plantón convocado por el periodista Carlos Vera detrás de la Tribuna de Los Shyris, en Quito. Al acto asistieron periodistas en ejercicio como Diego Oquendo, asambleístas como César Montúfar, y familiares del coronel César Carrión, acusado de magnicidio, durante la sublevación policial del pasado 30 de septiembre en el Hospital de la Policía Nacional.

Sin embargo, la poca asistencia que tuvo la concentración fue motivo de críticas por parte del Ejecutivo. “Somos muchísimos más los que estamos con la revolución ciudadana y no permitiremos que unos cuantos nos quieran volver al pasado”, señaló el presidente Rafael Correa  en un enlace sabatino, que ese día se transmitía desde La Troncal, mientras mostraba imágenes en vivo del acto organizado por Vera. “Solo en este enlace tenemos mucho más que el doble de gente de lo que pueden hacer estos tristes opositores y politiqueros fracasados”, fustigó el Jefe de Estado.

Críticas por el uso de menores

El pasado 7 de septiembre, la Junta Cívica de Guayaquil convocó a un plantón en los exteriores de la entidad, ubicada junto al Club de la Unión, en la calle Olmedo.

Desde la ventana de la sede de la Junta, su presidente, Miguel Palacios, vociferó que  renombrar a los tres puentes sobre los ríos Babahoyo y Daule -designados Rafael Mendoza Avilés y Carlos Pérez Perasso- es un  cambio que “afecta a la urbe en gran medida, porque es como cambiar el nombre de la avenida 9 de Octubre”.

Unos tibios aplausos de las cerca de 50 personas que acudieron al llamado de la organización se escucharon. Aunque sorprendió a los asistentes que Palacio apelara al tema de los nombres de los puentes cuando en realidad habían llegado para protestar por el proyecto de Ley de Cultos.   

Y es que a ese llamado concurrieron organizaciones evangélicas y cristianas, quienes rechazan el proyecto de Ley Orgánica de Profesión Religiosa que elaboró Pablo Villagómez, subsecretario de América del Norte y Europa de la Cancillería.

La presencia de estos religiosos fue la excusa para justificar la presencia de más de 20 menores de edad que fueron llevados por instructores de fútbol al evento.  


Convocatorias, insultos y sarcasmos en 140 caracteres

La intervención de las plataformas tecnológicas y de las redes sociales en temas políticos dejó hace ya mucho tiempo de ser una novedad. Casos como la victoria de Barack Obama y la “Primavera Árabe” son  fieles reflejos de la importancia de los campos multimedia.

El caso de El Universo ha sido punto de discusión “virtual” en el país, en donde aún el tema de las redes sociales tiene un aire elitista al considerar que el 27,9% de los hogares cuentan con servicio de Internet, según los  resultados del último censo de población y vivienda.

El personaje más incisivo sobre el tema es justamente uno de los acusados, Nicolás Pérez Lapentti. A través de su cuenta de Twitter, el director de nuevos medios de El Universo tiene una lucha virtual personal contra MashiRafael (cuenta del Jefe de Estado).

El directivo del rotativo guayaquileño, en su espacio, invita a sus seguidores a “vencer el miedo” con tweets como “Despierta Guayaquil. Hoy Jueves 5pm Plantón...” o citando frases de  Benedetti: “En la calle, codo a codo, somos mucho más que dos”.

Otros  actores políticos que utilizan los 140 caracteres del Twitter para expresar su rechazo son Carlos Vera y Martha Roldós.

El ex presentador de noticias es uno de los más vehementes críticos tanto de las acciones gubernamentales como de la poca respuesta de los ciudadanos. En sus tweets es normal leer mensajes como “pierde el miedo”, “hasta cuándo la gente no reacciona” o en donde hace comparaciones con generaciones anteriores en donde  “permitían que se limitaran sus libertades”.