Durante el primer trimestre de 2011 el ingreso de  remesas fue de 589,7 millones de dólares, lo que representa un crecimiento del  5,9% en relación con similar periodo de 2010, que fue de 556,6  millones. Esto pese a que el flujo de envíos mostró tendencia a la baja desde  2008, cuando se desató la  crisis económica mundial que  afectó  a los países desarrollados.

“En el análisis de las remesas, España se encuentra en niveles de 260 millones de dólares; desde Estados Unidos 234 millones de dólares  e Italia, 56 millones. Esperábamos que las de EE.UU. sean superiores”, dijo la ministra coordinadora de la Política Económica, Katiuska King.

El crecimiento de  las remesas de España, pese a la crisis económica y al desempleo del 20,3%, se debe al  tipo de cambio de euros a dólares. “La moneda europea está más fuerte y por eso se recibe más dólares por remesa transferida”, explicó King, aunque no se descarta la posibilidad de que, en algunos casos, los migrantes estén analizando un retorno definitivo.  

El experto español, Pedro Montes,  aclaró que España ya no es un destino para los ecuatorianos, pues la crisis laboral es profunda y no tendrá una solución en el corto plazo. Desde la crisis, hace tres años, la pérdida de empleos en ese país es de 2 millones de plazas y el desempleo en los jóvenes es del 45%. “Cabe esperar que los residentes en España se vuelvan a los países de origen. El futuro (para los migrantes) será muy difícil”. El desempleo se refleja más en la construcción (70% de caída), pero las fuentes de trabajo se han mantenido en servicios personales (cuidado de niños, ancianos y enfermos) y doméstico.