Registro de la Propiedad de Guayaquil ya funciona
Tras los incidentes del miércoles, el Registro de la Propiedad de Guayaquil nuevamente abrió sus puertas ayer.
El nuevo registrador del puerto principal, Ívole Zurita, asumió su despacho mientras elementos de la policía metropolitana y nacional vigilaban la entrada.
La seguridad se reforzó luego que Efrén Roca, registrador saliente, se encerrara en las oficinas, ya que criticaba el concurso organizado por el Municipio porteño que terminó en la designación de Zurita.
El flamante registrador contó que a las 17:00 de ayer Roca le entregó el despacho “cordialmente”. Debido al día perdido, el Registro atenderá este sábado.
“Hemos recibido los 22.000 tomos de archivo . El traspaso durará entre cinco y seis meses”, contó el funcionario, quien dijo que el 85% del personal que labora en la dependencia no perderá su trabajo.
En la mañana Zurita, junto con representantes de la Dirección Nacional de Registro de Datos Públicos, recorrió las instalaciones para verificar la normalidad del servicio.
Zurita aclaró que las computadoras están próximas a colapsar por lo que se comprará otras nuevas. Además, dijo que se honrará las deudas con la familia de Fernando Tamayo (antiguo registrador de la Propiedad) y con Roca.
Malestar en Quito
Eran las 10:10 y cerca de 15 personas rondaban por los exteriores del nuevo edificio del Registro de la Propiedad, ubicado en la esquina de las calles Murgeon y Ulloa, al norte de la capital. Cada una en busca de una respuesta sobre el horario de atención.
Dos guardias de seguridad y dos policías eran los únicos encargados de informar a la ciudadanía que se atenderá a partir de las 15:00.
Unos exigían respeto y otros solo decían que acudirían otro día. Los gendarmes solo se limitaron a escuchar, para luego indicar que hoy se atenderá de 08:00 a 20:00 y mañana de 08:00 a 14:00.
Nadie podía ingresar; en las oficinas solo estaban los 154 funcionarios arreglando sus puestos de trabajo, mientras el equipo de informática instalaba el sistema.
A los únicos que se los vio salir agitados fue al personal de limpieza y a los albañiles, que daban los últimos toques para entregar la obra; unos barrian y otros terminaban la construcción de una garita.
Edison Bonifaz y Franklin Suárez esperaban que apenas el Municipio se hiciera cargo de la registraduría no se corte el servicio.
Bonifaz criticó esa situación, pues debía inscribir una escritura.
Rubén Flores, administrador general del Municipio, comunicó que todo trámite recibido a partir de ayer será despachado el 11 de julio y añadió que se cuenta con 11 gigabytes de información.