El presidente Rafael Correa culminó el recorrido de eventos conmemorativos por los 100 años de la muerte de Eloy Alfaro en el Parque El Ejido de la ciudad de Quito. En un corto y emotivo acto colocó una ofrenda floral en la estatua del “Viejo Luchador” acompañado de un minuto de silencio.

El evento estuvo acompañado de un nutrido grupo de simpatizantes, ministros, diplomáticos internacionales y cadetes del Colegio Militar Eloy Alfaro que formaron una calle de honor para recibir al Mandatario, quien denunció que con el asesinato de Eloy Alfaro se pretendió desaparecer la obra y vida del más grande ecuatoriano.

“Aquí se quiso reducir a cenizas el laicismo, la igualdad de derechos, finalizar con todos los cambios radicales alfaristas, aquí se trató paradójicamente de apagar con fuego la lumbre de los cambios, la llama de la revolución” sentenció.

Al cumplirse 100 años de la Hoguera Bárbara, el Jefe de Estado destacó los hechos políticos, sociales e ideológicos que legó el General Alfaro. “Hay que recordar que la historia moderna de la República comenzó con Alfaro. En este parque se consagraron con su sangre los derechos civiles que hoy nos parecen tan naturales y elementales como el derecho de libre asociación, de libertad de expresión, libertad de prensa, libertad de suelo”, indicó.

El parque El Ejido, uno de los más emblemáticos de la capital, fue testigo del asesinato perpetrado el 28 de enero de 1.912. “Éste parque que antes era sólo El Ejido de afueras de la ciudad, este pedazo de tierra fue el destino final de los excluidos. Honra la memoria del Viejo Luchador, Alfaro vive con su Patria y con su pueblo”, agregó el gobernante.

Al finalizar, el Primer Mandatario enfatizó que la Revolución Ciudadana no claudicará hasta que “el último niño tenga pan, zapatos, escuela y alegría. Hasta tener una Patria repleta de justicia, soberanía y dignidad”.

Entre gritos de “redención” enarbolado por los presentes se despidió el presidente de la República Rafael Correa en medio de aplausos.