“Qué tipo de relatorías vamos a tener: ¿fantasmas?”
Ecuador quiere que las relatorías de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sean institucionalizadas. Así lo expresó el canciller Ricardo Patiño durante la II Conferencia de Estados Parte del Acuerdo de San José.
En su intervención, el diplomático ecuatoriano contó cómo se fueron formando las relatorías. Desde 1990 hasta 2005 se crearon estas instancias que incluyen a los niños, defensores de los derechos humanos, afrodescendientes, mujeres, migrantes, entre otros colectivos.
De todas ellas, la única que tiene el carácter de especial es la dedicada a la libertad de expresión. “A cada comisionado se le encargaba una relatoría sin ningún funcionamiento institucional”, señaló el ministro de Relaciones Exteriores.
Patiño aseguró que existe un “absoluto desorden institucional” y que todos los derechos son especiales. Por eso Ecuador pidió al resto de países del hemisferio un “análisis institucional de la CIDH, definir qué tipo de relatorías vamos a tener, no por iniciativas de los comisionados. Son relatorías fantasmas”.
En ese sentido, hay que dotar a la comisión con un organigrama idóneo, con su respectivo financiamiento. La reunión se realizó ayer en Cochabamba (Bolivia) para estudiar las reformas al Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).
Ecuador ha liderado las propuestas de cambio, por lo que el canciller boliviano, David Choquehuanca, cedió el control de la cita a Patiño, quien expuso los avances alcanzados desde la primera reunión efectuada en Guayaquil, en marzo pasado.
Quito ha criticado la preferencia que tiene la CIDH para su relatoría sobre la libertad de expresión, en desmedro de las otras, ya que la primera es la única que cuenta con la clasificación de especial, tiene sus propias oficinas, mayores recursos y recibe donaciones de terceros.
El otro punto discutido por los países es el cambio de sede de la CIDH, la cual actualmente funciona en Washington, pese a que Estados Unidos no ha firmado el pacto de San José, el cual da vida al SIDH. En la reunión de Guayaquil los países decidieron analizar la conveniencia de trasladar la CIDH. Patiño anunció que al menos 18 países están a favor de esta tesis.
El otro asunto son las medidas cautelares que emite la CIDH. Para Ecuador esta atribución es ilegal, pues ningún acuerdo internacional contempla esa capacidad, pero Patiño reconoció que otros países las aceptan por cuestiones históricas. “Hay que discutirla para encontrar un consenso”, indicó.
Además se analizó la universalidad del SIDH para que los 10 países que no han ratificado el Acuerdo de San José lo hagan. Para Patiño esta falta ocasiona que el sistema se utilice como arma política.
En ese sentido, los países analizan varias alternativas, entre ellas invitar a los Estados no signatarios a unirse, reunirse con organizaciones sociales de aquellos países para que presionen a sus gobiernos o enviar una “misión de motivación”.
El presidente boliviano, Evo Morales, abrió la reunión y en su discurso aseguró que la CIDH “solo estudia a los gobiernos y presidentes antiimperialistas”, por lo que instó a reformar la Organización de Estados Americanos (OEA). “La CIDH termina encubriendo la violación de derechos humanos en Estados no signatarios de la convención. Elabora informes sobre Bolivia, Haití, Ecuador, Nicaragua, pero tiene amnesia sobre EE.UU. ¿Dónde está la CIDH (...) frente a los casos de torturas y detenciones indebidas en Guantánamo?”, cuestionó.
De igual manera reclamó por qué la CIDH no se pronuncia sobre los tiroteos en las escuelas estadounidenses o “cuando EE.UU. interviene países soberanos y viola los derechos humanos de civiles en Afganistán y Yemen”.
“Esta reunión será importante para librarnos de esa clase de instrumentos de dominación”, recalcó. Acusó a los empresarios de los medios de comunicación de ser quienes más defienden a la CIDH y de oponerse a su reforma “porque si se democratizara, dejaría de ser parcial y valoraría la libertad de prensa más que los negocios”.
PREPARACIÓN DE CONFERENCIA INICIÓ CON UNA CITA BILATERAL
La agenda de los cancilleres de Ecuador, Ricardo Patiño, y de Bolivia, David Choquehuanca, empezó temprano. Ambos se reunieron dos horas antes de la inauguración de la II Conferencia de los Estados Parte de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Más tarde se unieron a la cita algunas delegaciones de los países miembros de la Alianza de los Pueblos de nuestra América (ALBA).
Ya en la conferencia, Patiño mostró los compromisos asumidos en la Declaración de Guayaquil y los avances alcanzados en la Asamblea General Extraordinaria de la OEA del 21 de marzo pasado, cuando se acogieron seis de los ocho puntos planteados por Ecuador para fortalecer al SIDH.
El Canciller de Brasil, Antonio Patriota, propuso que se realice una reunión con todos los Estados, signatarios o no, del Pacto de San José, a fin de debatir el tema y avanzar en el objetivo.
La Conferencia fue inaugurada por el presidente de Bolivia, Evo Morales. El Mandatario, en un enfático discurso, criticó el proceder que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tiene con los gobiernos de izquierda de la región. “La CIDH coloca la lupa sobre los gobiernos progresistas para saber su comportamiento democrático, pero nada dice de los gobiernos conservadores que cada día recortan los derechos sociales”, dijo.
Además, expresó la necesidad de “refundar la OEA” para que pueda estar al servicio de los pueblos del continente, mas no del “imperio”.
Elena Rodríguez
Especial para El Telégrafo