Por su localización geográfica, Ecuador es un país proclive a sufrir desastres ocasionados por amenazas de tipo natural, incluyendo fuertes lluvias e inundaciones, erupciones volcánicas, sequías, incendios forestales y movimientos sísmicos.

Para fortalecer la preparación ante posibles emergencias, sobre todo desde la perspectiva de la seguridad alimentaria y la resiliencia, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) firmaron un plan de trabajo por dos años.

El objetivo del acuerdo es desarrollar herramientas y protocolos para fortalecer el Sistema Nacional Descentralizado de Gestión de Riesgo para responder ante emergencias, optimizar la atención de personas vulnerables afectadas y fomentar la resiliencia comunitaria. En todos los esfuerzos, se trabajará desde el enfoque de género, pues se considera como indispensables, tanto el empoderamiento de las mujeres como su participación activa.

La evaluación del grado en que un evento adverso impacta en la seguridad alimentaria y nutricional de una población determinada, será uno de los aspectos importantes de este plan.

La adaptación a nivel local de herramientas de análisis y evaluación, permitirá fortalecer las capacidades de los actores del Sistema Nacional Descentralizado de Gestión de Riesgo, incluyendo a los Gobiernos Autónomos Descentralizados, Comités Locales de Gestión de Riesgos y Comités de Operaciones de Emergencia, en las fases de reducción de riesgo (preparación, coordinación) y de respuesta ante eventos adversos.

El carácter cíclico de muchas de las amenazas que afectan al Ecuador se debe a la periódica influencia de los fenómenos de El Niño y La Niña, como también a los impactos del cambio climático, como el deshielo de los glaciares. Frente a la posibilidad de experimentar en el futuro eventos similares a los del pasado, es necesario preparar a la población.

La resiliencia -un aspecto clave del trabajo de la SNGR y del PMA- es la capacidad de resistir y recuperarse ante eventos adversos. Para lograr esta capacidad de resistencia, se plantean varias medidas como la compra local de alimentos, la capacitación comunitaria, o el fomento a la formación de asociaciones de pequeños agricultores, que son aplicadas por el PMA alrededor del mundo que pueden ser de interés para el Ecuador.