Productores proponen ley para cultivo de cacao fino
Unas 220 organizaciones campesinas se han unido para diseñar un proyecto de ley que fomente la producción de cacao fino o de aroma, que actualmente abarca 400.000 hectáreas distribuidas en 16 provincias del país.
La decisión de proponer esta norma, llamada Ley de Fomento y Desarrollo del Cacao Nacional Fino o de Aroma, surge ante la preocupación de los agricultores por un incremento de los cultivos de cacao de la variedad CCN51 (corriente), lo que consideran una amenaza para la producción del cacao nacional, reconocido en el mercado internacional como el mejor del mundo por su sabor y aroma.
Víctor Hugo Bajaña, coordinador del gremio, explica que desde hace cinco años observan que en diferentes sectores del país se talan las huertas de cacao de aroma para sembrar el CCN51.
El alto rendimiento del cacao corriente, que puede llegar a producir hasta 50 quintales por hectárea, lo que significa un 40% más que el cacao fino, sería el motivo principal del cambio de siembra. Otro beneficio es que el costo de producción es igual en cualquiera de las dos variedades y la saca de cien libras en cáscara tiene el mismo valor de $ 140, explica Bajaña.
Ante esta situación, unas 30.000 familias de pequeños productores han conformado la Coordinadora Ecuatoriana del Cacao Nacional Fino o de Aroma para proteger el cultivo del producto mediante la propuesta de un marco legal que impulse el desarrollo del cacao de aroma.
Bajaña destaca que el objetivo principal es crear las condiciones para que este sector “no siga desapareciendo”. El dirigente alerta que si no se adoptan las medidas pertinentes hay el riesgo de que dentro de una década las exportaciones de cacao nacional bajen hasta un 10%.
Mejorar la producción
El proyecto de ley, que presentarán en mayo al presidente de la República, Rafael Correa, y esperan que sea aprobado por el Ejecutivo y enviado a la Asamblea Nacional para su debate, propone mejorar la producción, cosecha, comercialización, industrialización, mercadeo externo e incremento del consumo a nivel nacional del cacao fino.
Ecuador es el primer país productor de cacao fino y de aroma, cubre un 60% del mercado de exportación mundial de esta variedad que en 2010 alcanzó más de 173.300 toneladas.
En total Ecuador exportó 137.760 toneladas de cacao en 2010, de las cuales 80% fueron de cacao fino y un 20% de CCN51. Esto representó 400 millones de dólares, según datos de la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao (Anecacao).
El consultor Jaime Freire, especialista en comercialización asociativa de productos agrícolas y quien asesoró a los cacaoteros en la elaboración del proyecto, explica que el plan establece varios incentivos que se pueden ofrecer a los pequeños productores, como crear cooperativas o asociaciones para que puedan tener acceso a los créditos y prestación de servicios complementarios para incrementar este tipo de producción.
También se propone crear el Comité Nacional del Cacao Fino de Aroma, como entidad de derecho público, adscrito al Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap). Este organismo sería el encargado de establecer y dirigir las políticas de producción de la pepa de oro.
Además, se establece la creación de un Fondo Nacional para el Fomento y Desarrollo del Cacao Fino, que se financie con una contribución agrícola cacaotera del 3% sobre el valor FOB (precio abordo de la embarcación) de las exportaciones de cacao en granos secos, semielaborados y elaborados.
Los recursos de este fondo se destinarán exclusivamente a las actividades contempladas en el Plan de Desarrollo Sectorial de este producto, que debe ser diseñado por el Comité Nacional del Cacao Fino de Aroma.
Gisella Alvarado, presidenta de la Corporación de Productores de Cacao de la provincia de Los Ríos (Corproc), dice que no se oponen a que se cultive el cacao corriente, pero lo que quieren es que se dé el valor real al cacao nacional.
“Hay muchas variedades de cacao en el Ecuador, no podemos negar que son buenas, pero ninguna es igual al cacao fino o de aroma. Sus características y su calidad son únicas por eso es reconocido a nivel internacional y considerado como patrimonio nacional”, enfatiza Alvarado.
Para la productora, el cacao de aroma, además, tiene un valor sentimental, ya que es una tradición que nació con sus abuelos y los ascendientes de más de 30.000 familias que mantienen estos cultivos en 16 provincias de la Costa, Sierra y Amazonía, en sistemas agroforestales.
Alvarado enfatiza que el propósito de la Coordinadora es fomentar la producción nacional, comercio y consumo sustentable del cacao fino de aroma y sus derivados.