Para choferes, prueba teórica causa más inconvenientes
Sentado en un muro a la entrada de la matriz de Aneta, en Quito, se encontraba Darwin Elizalde. Cabisbajo y con las manos entrecruzadas responde en tono temeroso a los saludos.
Su rostro y actitud daban cuenta que algo no andaba bien. Él es uno de los choferes profesionales de la Cooperativa de Transportes Ecuador que no pasó la prueba teórica dentro del proceso de recategorización de las licencias de conducir tipo D y E que toma Aneta, en convenio con la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).
Ayer fue su segunda oportunidad y volvió a sacar 15/20, cuando el mínimo es 16. Solo le queda una última oportunidad para no reprobar y bajar de la categoría E a la D. Un tanto pesimista replica: “Dios quiera que pase, mañana es la última oportunidad”.
Doce de sus 34 años los ha dedicado a la conducción de buses interprovinciales. Hace nueve meses vino a la capital para trabajar en Transportes Ecuador y cubrir la ruta Quito-Guayaquil. De su natal Machala solo le quedan recuerdos.
Su esposa e hijos lo esperan en Guayaquil. A ellos los visita pasando un día. Su familia está al tanto de su evaluación, pero el mayor temor es quedarse sin trabajo.
Un compañero le llama la atención para consultarle cómo le fue y enseguida responde “mal, porque las preguntas que a mí me tocaron no eran las mismas del folleto”.
Días atrás los directivos de su cooperativa de transporte les habían distribuido los folletos con las 313 preguntas dispuestas por Aneta y la ANT que también se encuentran disponibles en las páginas web de las dos entidades. “Eran preguntas de razonamiento lógico sobre la Ley de Tránsito, pero me puse nervioso”, indica el joven antes de reingresar a la escuela en busca de una esperanza.
De pronto, de una de las aulas de Aneta salió Alex Emanovilis, gerente de Transportes Ecuador, quien les brinda confianza a todos sus choferes, quienes esperan su turno para rendir las pruebas psicosensométricas, teóricas y prácticas que componen el proceso.
Con una leve sonrisa Landívar Morales comenta haber pasado todos los exámenes. Él no tuvo ningún inconveniente ya que sacó 18/20 en su promedio general.
Para Landívar, el nivel de instrucción no fue impedimento para salir adelante. Él culminó la secundaria, pero otros compañeros como Darwin y Carlos Calguachi pasaron apenas la primaria. Sin embargo, ellos tampoco lo ven como un obstáculo, pues manejar una computadora y el mouse no es cosa del otro mundo. La prueba consistía en escoger una de tres opciones de respuesta en las 20 preguntas que conforman la evaluación teórica.
Emanovilis confirmó que hubo gente que reprobó las pruebas teóricas porque en muchos de los casos no se tomó en cuenta su nivel de instrucción. “Son muchachos de primaria que tuvieron inconvenientes para entender”, sostuvo.
Landívar comentó que el lunes fueron dos y el martes cuatro personas las que reprobaron. “Ellos tienen 48 horas para presentarse nuevamente”, confirmó.
Para Gorki Obando, gerente de Aneta, estos primeros resultados lo llevan a pensar que nunca se aprendió bien la Ley de Tránsito.
Fabio Tamayo, director nacional de las Escuelas de Conducción de Aneta, señaló que el banco de preguntas es uno solo y que de éste el sistema escoge aleatoriamente 20 interrogantes.
“Independientemente del grado de formación se entiende que un conductor habilitado estaría en capacidad de responder el cuestionario”, enfatizó, no sin antes aclarar que la recuperación de puntos en sus licencias para los choferes profesionales es un proceso diferente al de la recategorización. El primero empezará el próximo 25 de junio.
Gustavo Hinostroza, de la ANT, informó que el 60% de los 22.410 choferes de buses interprovinciales han sido evaluados. De ellos, el 37% fracasó en la prueba psicosensométrica y teórica.