OTCA invertirá 12 millones de dólares en Amazonía
La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) destinará 12 millones de dólares para realizar investigación científica en esta zona del planeta y para fortalecer la vigilancia frente a la deforestación. A esa decisión llegaron los cancilleres de los países que tienen territorio en la Amazonía y que se reunieron ayer en El Coca, en la provincia de Orellana.
Ecuador propuso crear un grupo de trabajo en donde se analice cómo la OTCA aportaría en la generación de compensaciones por emisiones netas evitadas, así como en el desarrollo del Eje Amazónico para el transporte fluvial hacia el Océano Atlántico. El canciller Ricardo Patiño aseguró que Ecuador ya aprovecha este potencial con la vía multimodal Manta-Manaos.
Para cumplir esta meta será necesario un reglamento de Navegación Comercial, aunque el ministro de Relaciones Exteriores reconoció que no se puede imponer un consenso al respecto porque hay países “que alegan cuestiones de soberanía, que no se pueden poner en duda, pero hay que conversar para llegar a un acuerdo”.
La organización, que está integrada por ocho países amazónicos, se reunió ayer para analizar su situación. El bloque fue creado en 1979, por lo que está cumpliendo 33 años. Robby Ramlakham, secretario general de la OTCA, fue crítico. “Hemos tenido una mala visibilidad de la organización”, reconoció y dijo que esa situación ocurre incluso entre los integrantes del organismo.
Hay desconocimiento sobre el papel que cumple la entidad, que ha trabajado de manera conjunta con organizaciones como Mercosur, Unasur y Cepal. Ramlakham puso como ejemplo la presencia que consiguieron en la cumbres Rio+20, que abordó el cambio climático. Lo mismo ocurrió en la cita sobre biodiversidad que se desarrolló en Hyderabad (India), en 2012.
Para Patiño la OTCA es una de las principales piezas del andamiaje de la integración regional. “Nuestros territorios fueron ultrajados, saqueados y sometidos a los intereses hegemónicos de los capitales privados transnacionales, que dominan en el mundo y que se autoproclaman convergentes de una consciencia ambiental, que solo recientemente han adquirido, luego de que destrozaron la mayor parte del planeta”, evaluó el diplomático. “Esperamos salir de este encuentro haciendo una profunda y sincera evaluación de los logros y las limitaciones desde que fue creado este mecanismo”, añadió.
La iniciativa Yasuni ITT también se analizó. Con este plan Ecuador ofrece no explotar 856 millones de barriles de petróleo en esta reserva para evitar la emisión de 400 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono. Ecuador solicitó al resto de países que contemplen la necesidad de generación de compensaciones por emisiones netas evitadas.
Para Ramlakham un problema importante es la deforestación en la Amazonía, por lo que se requiere trabajar de una manera más coordinada. Por eso instó a todos los estados a promover un debate más profundo en temas como la deforestación.
En la cita internacional participan las cancilleres María Ángela Holguín, de Colombia, y Antonio Aguiar Patriota, de Brasil, que es el país sede de la OTCA.
ORGANISMO SE CREÓ 17 AÑOS DESPUÉS DE FIRMA DE TRATADO
La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) se creó en 1995, sin embargo el Tratado de Cooperación Amazónica (TCA) se firmó desde mucho antes, el 3 de julio de 1978.
Desde ese momento, los ocho países de la cuenca amazónica: Guyana, Venezuela, Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú, Brasil y Surinam consolidaron un manifiesto en donde propugnaron la preservación del medio ambiente y la utilización racional de los recursos naturales de la Amazonía.
En 2002 se estableció la sede del bloque en Brasilia, país que, según Robby Ramlakham, secretario general de la OTCA, entregó un terreno para la construcción de una casa definitiva. La entidad se mantiene con el financiamiento de los países miembros, además de aportes de otras organizaciones.
Ramlakham define a la OTCA como un instrumento contemporáneo del TCA, con una amplia visión del proceso de cooperación Sur-Sur, que fortalece la vocación de sus gobiernos en construir sinergias con otros actores, naciones, organismos multilaterales, agencias de fomento, movimientos sociales, comunidad científica, sectores productivos y la sociedad en su conjunto.
Además, coordina estudios y proyectos pilotos sobre las potencialidades económicas generadoras de renta y oportunidades para la región amazónica. Una de sus funciones como organismo regional es coordinar con las demás iniciativas que existen en el espacio territorial que abarca la Amazonía, sea en materia de infraestructura, transporte o comunicaciones.