A las 19:42 de hoy, las autoridades ecuatorianas entregaron oficialmente a sus familiares al empresario Orlando Sigifredo Ibarra Sarmiento, de 39 años, quien desde el 2 de agosto de 2010 se hallaba secuestrado por guerrilleros colombianos del Ejército de Liberación Nacional (ELN), por cuya liberación exigían 25 millones de dólares.

La entrega la formalizaron el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño; el fiscal general, Galo Chiriboga; el comandante de la Policía, Patricio Franco; el ministro del Interior, José Serrano; y el embajador colombiano en el Ecuador, Ricardo Lozano Forero, en la Base Aérea del aeropuerto Mariscal Sucre, a donde llegó Orlando procedente de Bogotá, en un vuelo comercial.

Orlando, gerente de la empresa de transporte de carga pesada “Transcomerinter”, fue plagiado en su oficina en la ciudad colombiana de Ipiales (Nariño, fronterizo con Ecuador), donde se encontraba radicado desde hace 10 años.
En 2011, la familia hizo un pago de 400 mil dólares a la guerrilla del ELN, pese a lo cual, el 11 de julio de ese año, mataron al abogado de la familia, Antonio Burbano, y a su esposa.

Luego, a inicios de enero de 2012 la familia hizo un segundo desembolso por la suma de 600 mil dólares, pese a lo cual, en cambio, el 31 de enero mataron a Sigifredo Ibarra Enríquez, padre de Orlando. Los tres asesinatos se cometieron en Ipiales.

El fin de semana pasado, un guerrillero del ELN desertó en compañía del empresario ecuatoriano, quien era mantenido en un área rural del municipio de Samaniego, en Nariño. Al cabo de cuatro horas de camino logró llegar hasta una guarnición de la Armada (Marina de Guerra).

“Quiero agradecer a Dios y quiero contarles que en estos 770 días de cautiverio he visto injusticias que se hacen en las montañas colombianas. Quiero agradecer a mi familia que la llevo dentro de mi corazón, al Gobierno ecuatoriano, colombiano y a todos los que han estado pendientes desde el primer día en que fui secuestrado por la guerrilla del ELN”, dijo Orlando en una rueda de prensa efectuada en la Base Aérea Mariscal Sucre, en Quito.
“Quiero agradecer a mi padre, quien estoy convencido que está disfrutando ya de la compañía de Jesucristo. A mi madre, a mis hermanos, a mis hijos, a mi esposa, conocidos, amigos y hermanos ecuatorianos por estar pendientes de todo lo que me ocurrió a mí y a mi familia durante todo este tiempo de cautiverio”, añadió.

Patiño agradeció la colaboración colombiana y destacó: “Queremos retomar el llamado para que ese proceso de paz que ha iniciado en el vecino país, vaya adelante. Que sepa Colombia, sus autoridades y pueblo, que están acompañados de nosotros. Quisiéramos que nunca más hayan secuestrados, que nunca más haya violencia en Colombia, que la violencia no haga sufrir más a ese pueblo, que además no sólo es el sufrimiento de Colombia sino también de sus vecinos y de todos los países de América del Sur.”.

Chiriboga, por su parte, dijo: “Hace una semana me preguntaban sobre cuál era la posición de la Fiscalía General ecuatoriana frente al proceso de paz en Colombia, y le dijimos que apoya decididamente ese proceso y aspira que las autoridades colombianas y los grupos irregulares puedan dar la paz a Colombia”.