Observadores visitarán las 14 provincias más pobladas
En las elecciones del 17 de febrero la observación internacional será de tres tipos: una de carácter independiente y sujeta a sus propios esquemas de análisis, otra articulada con el CNE y una tercera en la que participarán personalidades del mundo académico y defensores de derechos humanos. En total habrán 320 observadores de nueve entidades internacionales.
En el primer grupo están la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore). Está última reúne a 29 organismos electorales de América Latina.
La OEA emitirá un informe borrador al final de la jornada del 17 de febrero, día de las elecciones. Posteriormente hará otro reporte compilado, que será aprobado por los Estados miembros, en Washington. Así lo anunció Rafael Alburquerque, jefe de la misión de observación del bloque americano. Esta misión se instalará en el país desde el 4 de febrero. En un primer encuentro, la OEA se reunió con algunos candidatos presidenciales como Guillermo Lasso (CREO) y Mauricio Rodas (Suma) para conocer sus inquietudes sobre el proceso. Ahora viene la etapa de observación en el campo.
Un esquema similar seguirá la Unasur, cuya misión está dirigida por María Enma Mejía, ex secretaria general del bloque. Ellos presentarán un informe preliminar y otro final que será debatido por el Consejo Electoral del organismo. Plantearán una auditoría a la elaboración del padrón electoral, observarán el acceso a las mesas de información, la capacitación a los miembros de las Juntas Receptoras del Voto (JRV), el financiamiento de la campaña electoral y el funcionamiento del sistema informático. De igual manera, el Uniore desarrollará un informe preliminar el día 17 y uno final que será abordado por los 29 consejos que conforman la unión. Cada organización correrá con sus propios gastos. Unasur y OEA ya están instaladas
Acompañamiento del CNE
En el caso de entidades como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, la Liga de Estados Árabes, la Unión Africana, el Parlamento Andino, el Parlamento Latinoamericano y la Comunidad Andina (CAN), además de los invitados académicos y activistas de derechos humanos, el CNE plantea grupos de trabajo de 10 a 30 observadores en 14 provincias, en el marco de un proceso de observación que va del 11 al 18 de febrero. Visitarán centros de empaquetamiento de kits electorales y tendrán reuniones con representantes de las tiendas políticas.
En este caso el CNE correrá con los gastos de los observadores. Tiene un presupuesto de 900.000 dólares, que contemplará hospedaje, pasajes aéreos, movilización, seguridad y alimentación, además de la impresión de paquetes informativos para los veedores, en donde se detallan aspectos relacionados al Código de la Democracia.
Cada uno de estos grupos emitirá un informe propio del proceso de observación; sin embargo el CNE, según contó Lenin Housse, director de Relaciones Internacionales del órgano electoral, les entregará una guía metodológica, en la que se propondrán aspectos de análisis como adecuación de recintos, instalación de mesas, voto de personas con discapacidad, entre otros.
Housse dijo que esto lo hacen “porque al CNE le interesa saber en qué falla, para corregir los errores”. Los observadores le entregarán hasta el 18 de febrero un informe compilado, que será independiente al que cada organismo emitirá.