El vicepresidente Lenín Moreno destacó durante su intervención el espíritu solidario del presidente Rafael Correa. Su discurso fue conciliador, en donde instó a quienes abandonaron el Gobierno, a que vuelvan.

Destacó los logros del programa  Misión Solidaria Manuela Espejo. Dijo que la “discapacidad no es incapacidad, sino diversidad” y que por ello buscan ser incluidos en la sociedad. Agradeció a las 360.220 personas que fueron parte del proyecto y destacó que, hasta el 31 de julio, 180.560 personas fueron atendidas con  310.000 ayudas técnicas, sin contar las provincias de Guayas y  Pichincha  que, según dijo, se dejó para el último porque siempre fueron las primeras zonas en ser atendidas.

Moreno contó que 55.660 personas aún faltan por ser asistidas. Comentó que durante su gestión se entregaron 6.000 soluciones habitacionales, pero que faltan aún 20.500 casas.

Bromeó y  dijo que el presidente Correa “es peligrosísimo: cuando se le pide algo da el doble”.

En cuanto al bono Joaquín Gallegos Lara, el Segundo Mandatario enfatizó que se entregaron 14.479 subsidios, pero que hay 3.192 personas que deben ser incorporadas, entre ellos 3.000 personas con enfermedades catastróficas y 1.000 niños con discapacidad.

Habló del  programa de  tamizaje neonatal, en el que se evaluó a 149.643 infantes, lo que -destacó- constituye un logro al considerar que a  países como Guatemala y Costa Rica les  tomó 10 años conseguir  lo que a Ecuador en seis meses. Por eso ofreció su ayuda a Uruguay para implementar un programa similar.

Contó que el país cuenta con tres talleres de fabricación de prótesis que producen alrededor de 4.000 ayudas técnicas.

Moreno señaló que no descansará hasta  incluir más personas a la nómina laboral en las cerca de 11.000 empresas que hay en Ecuador. Hasta el momento 51.645 personas con discapacidad  ya tienen empleo.   “Las personas con discapacidad no quieren caridad, sino oportunidades”, destacó.

Moreno recalcó que este fue su último discurso, lo que decepcionó al auditorio. Felicitó al CNE por la que llamó una decisión acertada al dar una nueva oportunidad a las organizaciones.  Al final del discurso, volvió a  bromear y dijo  que no extrañará a los legisladores en el ámbito  “político”, lo que causó risas entre los asistentes.