Mónika Cuesta: “La prioridad es la educación en arte”
Hace algunos años fue la directora artística del Centro de Arte, pero salió por razones personales, y ahora que se ha reincorporado a tiempo completo con nuevo cargo su expectativa es apoyar al Directorio de la Fundación Sociedad Femenina de Cultura y en buscar lo que está faltando. Mónika Cuesta, licenciada en danza considera que su función como coordinadora de proyectos especiales del centro complementa lo que ya está pasando ahí, qué falla y qué se debe fortalecer. Una de sus políticas es contactar maestros de fuera, como la bailarina y coreógrafa canadiense Jennifer Archibald, y otra apoyar la programación artística del teatro.
¿Qué responsabilidad implica su cargo en un local que ya es de los principales teatros de la ciudad?
Soy un apoyo, no decido al 100%, pero en conjunto con el Directorio establecemos una programación artística como la referente al ballet del teatro principal. Por mi experiencia en gestión cultural, también pido el apoyo de la empresa privada y de otras instituciones para recaudar fondos para realizar nuevos proyectos. Es de todo un poco dentro de lo que es la parte artística, lo que se ve y lo que no se ve; entonces podemos buscar proyectos para pulir el área educativa, el área de educación de los chicos, buscando profesores y haciendo o mejorando un pénsum.
¿Qué programas han decidido fortalecer usted y el Directorio?
Principalmente al Directorio le interesa darle fuerza a la parte educativa, subir el aporte del Ballet del Teatro Centro de Arte a la ciudad y las relaciones con las otras instituciones culturales y grupos artísticos de Guayaquil, que muchas veces trabajamos aisladamente y lo que queremos es dar la mano y apoyarnos mutuamente para que no sean esfuerzos aislados. Esto es un centro de arte.
¿Con cuáles espectáculos ya realizados ha colaborado?
Principalmente, en gestionar un poco la parte logística para la presentación del Swiss Piano Trio, que fue un éxito y alegró a la multitudinaria asistencia, aunque nos dio pena dejar gente fuera. Eso es un buen síntoma de que la gente está buscando el arte. Luego con el taller de hip hop y danza contemporánea que dicta una maestra radicada en Nueva York, graduada en la afamada escuela de Alvin Ailey.
¿Cómo se contacta a los maestros extranjeros?
Hay diferentes formas. Ahora la Internet es una herramienta fenomenal, pero también estudié en EE.UU. y a través de mis profesores puedo contactar a terceras personas, se puede decir recomendadas. A través de fundaciones también, ya que somos una fundación y nos damos la mano para gestionar lo que se pueda.
En lo teatral, ¿cómo se llegó al acuerdo para que el Teatro Centro de Arte coproduzca obras con la actriz Luciana Grassi?
La parte de elegir las obras es decisión artística de ella, nosotros podemos dar nuestra opinión cultural, pero realmente quien tiene la última palabra en ese aspecto es ella como directora-productora. El Directorio se planteó la opción de hacer coproducción con los artistas locales, porque hacemos lo mismo y por coincidencias, aunque yo creo que las cosas se dan como se dan. Me encontré con Luciana en un local de fotocopiado y conversamos de sus proyectos y los intereses del centro, pero después de varias conversaciones, desde diciembre, se formalizó la coproducción en contratos y convenios que fueron firmados en febrero. Hizo casting en el teatro y ensaya con su elenco para el estreno de Sopla, en junio, para luego en octubre presentar un monólogo. También estamos hablando con Jorge Parra para coproducir el festival de danza Fragmentos de Junio.
¿Qué tal el primer concierto de la Sinfónica en el Centro de Arte?
Fue maravilloso, aunque se me ponen los pelos de punta de recordarlo, ya que las personas que vinieron dijeron que habían extrañado a la orquesta en esta zona de la ciudad, porque estaban acostumbradas a verla en nuestro teatro y aunque la acompañaron cuando se estableció en el Centro Cívico, no tienen las facilidades para ir a los conciertos. Es una orquesta de la ciudad y es bueno que se presente en los diversos lugares que hay en la urbe.
¿Qué proyectos hay para el cuerpo de baile del Ballet del Teatro Centro de Arte?
Una de las cosas nuevas fue una sesión de fotos para promocionarlos en la revista digital Dexter, en una edición especial impresa. Lo primero es pulirles la técnica, solidificar su conocimiento de la danza porque las cuestiones económicas llevan a que la danza sea vista como un hobby, porque se necesita un trabajo para vivir. Eso causa que no se le dé la importancia que tiene el entrenamiento, ya que siempre es como algo extra. Queremos que sea algo formal y que los bailarines reciban los beneficios de la institución y que esta les exija. Además hay que incluir asuntos de corte alternativo para llamar la atención de la gente joven.
¿Cómo se vincula usted a las escuelas y semilleros del centro?
Estoy buscando profesores especializados de fuera que vengan a dar talleres, tanto a los maestros como a los alumnos. Complementar lo que ya se da y poco a poco confirmar estos cursos especiales.
¿Se dedica más a otro proyecto?
Pienso que al ballet porque soy licenciada en danza. No solo con el cuerpo de baile, sino con la educación en la danza, porque ese es mi inclinación artística.