Un aproximado de mil personas asistió ayer a la tradicional peregrinación del Cristo Resucitado en Ambato. Como cada Viernes Santo, la imagen fue trasladada por fieles de diferentes barrios del centro de la ciudad, desde la Catedral hacia la iglesia de los padres josefinos, en la parte alta. La peregrinación arrancó en la esquina de las calles Bolívar y Montalvo, a las 09:00, y continuó por la Castillo atravesando las avenidas Sucre, Cevallos, Juan Benigno Vela, 12 de Noviembre y Olmedo. Ahí, Giovany Pazmiño, obispo de Ambato, dirigió a los romeriantes en una larga oración antes de iniciar el ascenso por las gradas del barrio Trece de Abril, hacia el templo que hospedaría temporalmente a la imagen durante la misa. Dos horas, antes los feligreses se dieron cita en el atrio de la catedral desde donde se prepararon espiritualmente con cánticos, rezos y testimonios de fe. Uno de ellos fue el de Vicente Montalvo, carpintero ambateño de 70 años, quien el año pasado sufrió un accidente en su taller. “Mientras cortaba un tablón de eucalipto me corté 3 dedos de la mano derecha. Estuve a punto de perder la mano, por la hemorragia, pero gracias a un milagro del Señor Resucitado y a las plegarias de mi familia aún la conservo y puedo seguir trabajando”, mencionó.

Junto a él se encontraban 2 de sus 8 nietos quienes también decidieron caminar junto a la imagen para agradecer por este y otros favores. Antes de dar inicio a la marcha y en el interior de la Catedral, los diáconos y demás colaboradores preparaban la efigie para iniciar el recorrido. Vestidos de blanco y con incensarios en mano, 20 adolescentes precedieron a Cristo Resucitado y acordonaron un espacio de 2 m x 2 m, para evitar que la gente maltrate la cruz. La multitud arribó hasta el inicio de las escalinatas escoltada en todo momento por un nutrido grupo de agentes civiles de tránsito. Una vez en el lugar un grupo de voluntarios católicos ayudó a continuar a ancianos, niños, mujeres embarazas y demás personas con dificultad para movilizarse.

“La solidaridad y el servicio al prójimo son algunas de las virtudes en las que nuestro Señor nos dio ejemplo para hoy practicarlas los cristianos”, dijo el obispo de Ambato. Tras subir 550 peldaños, los feligreses y la imagen del Cristo Resucitado llegaron al templo de los padres josefinos a las 11:30, donde se celebró una misa campal en presencia de casi 3 mil devotos. (I)