Decenas de damnificados por el invierno se acercaron ayer a la agencia del Banco Nacional de Fomento (BNF) para cobrar el bono de emergencia de 90 dólares.

Peggy Ricaurte, subsecretaria del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), explicó que el pago se realiza en dos partes. El primero de 45 dólares y el segundo con el remanente. 

Los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) de los cantones fueron los encargados de redactar la lista de  beneficiados, que son las personas que perdieron todos sus enseres por el invierno. 

Con la información levantada, el COE transmite los datos al MIES y la entidad ordena al BNF el desembolso. Ayer, en las afueras de la agencia de Santa Lucía (uno de los cantones del Guayas declarados en alerta roja) se colocaron carpas para que los usuarios pudieran esperar.  

Mientras unos se refugiaban de una leve llovizna otros se acercaban a los pilares donde estaban pegadas las nóminas.    

Si el ciudadano estaba registrado, entonces se acercaba a la ventanillas con su cédula, firmaba un comprobante y recibía los fondos.

Ricaurte indicó que el dinero será para garantizar la sustentabilidad de los afectados. “Son personas que en este momento no pueden comprar alimentos”, señaló la funcionaria.

En esa situación justamente estaba Nelly Villamar, una señora de 59 años que actualmente cría a una nieta de 12 años. Hace un mes su casa, ubicada en el barrio San Pablo de Santa Lucía, se inundó. “El agua me llegaba al pecho”, recuerda la señora. 

Cuando ocurrió la inundación llegaron efectivos de las Fuerzas Armadas que la rescataron y la llevaron a un albergue.   

En ese lugar estuvo alrededor de 15 días. Allí funcionarios le tomaron los datos, que después sirvieron para colocarla en la lista de beneficiarios del bono de emergencia. “Quiero comprar ropita para mi nieta. También están los útiles”, responde Villamar cuando se le pregunta qué va a hacer con el subsidio.    

Ricaurte agregó que no importa que el beneficiario también reciba el bono de desarrollo humano. “Son dos cosas diferentes”, aclaró.

Además tranquilizó a la población que no aparecía en la lista. “Esta es una primera entrega. Luego habrá otro pago. Tampoco hay que ir a un lugar específico para inscribirse”, destacó.       

Justamente esa era la inquietud de Mariana Quintero, una madre de familia con cuatro hijos. Ella llegó al BNF para ver si está en la lista y no encontró su nombre. “Mi casa se dañó, se inundó. Ahora que las aguas han bajado el piso esta destruido, además se está hundiendo”, relata con angustia esta señora.  

Como Villamar, ella también necesita los 90 dólares para comprar los útiles escolares de sus vástagos. Según datos del MIES, en Santa Lucía se entregarán 657 bonos, lo que representa una inversión de 59.130 dólares. A nivel de Guayas, hay 3.805 beneficiario del subsidio, lo que representa un desembolso para el Estado de 342.250 dólares.

Santa Lucía es uno de los cantones más afectados por el actual invierno en la provincia del Guayas. Esta población sufrió el desbordamiento del río Daule, lo que afectó a amplias zonas rurales y urbanas, además de dañar cultivos de arroz y maíz.   

Actualmente en el cantón se atiende a 62 familias, lo que representa a 232 personas en cinco albergues. A nivel de Guayas 272 familias (1.078 personas) aún permanecen en 26 refugios. Al mismo tiempo otros 1.022 ciudadanos están en casas acogientes.  

Por otro lado, como muestra de solidaridad con Babahoyo, afectada por las inundaciones, las autoridades de la provincia de Pastaza y de Puyo llegaron a la capital fluminense para realizar la entrega de dos toneladas de ayuda humanitaria. La alcaldesa de Babahoyo, Kharla Chávez, agradeció el gesto del alcalde de Puyo, Germán Flores.