Este domingo en los exteriores del Coliseo Voltaire Paladines Polo (Guayaquil), el Ministerio de Salud Pública (MSP) inició la campaña contra la mortalidad materna en Ecuador con una Feria Ciudadana.

La tasa de mortalidad materna es la cantidad de mujeres que mueren durante el embarazo y el parto por cada 100.000 nacidos vivos. En Ecuador esta tasa llega a 45 muertes cada año.

Durante varias horas, médicos y especialistas presentaron información sobre nutrición, ejercicios, señales de alerta y enfermedades preexistentes.Estos son los principales cuidados que deben tener las madres en el período de embarazo.

Mirtha Paz, una de las asistentes a la Feria Ciudadana, comenta que fue diagnosticada con placenta previa a las 20 semanas de su primera gestación. Ahora busca prevenir cualquier  señal de riesgo en su embarazo de 6 meses con la información otorgada.

El MSP ha conformado en cada centro de salud los Equipos de Atención Integral de Salud (EAIS), constituidos por un médico, un obstetra, un psicólogo, un odontólogo y un promotor.  El objetivo es informar y tratar a la madre durante   el período materno. Otro de los propósitos de la iniciativa de educación ciudadana es trabajar en la planificación del embarazo.

Una de las principales causas de la mortalidad materna son las enfermedades preexistentes, siendo la primera la hipertensión. Esta ocupa el 60% de las causas de muerte, junto a las hemorragias.

Según la doctora María Fernanda Mosquera, es importante que las mujeres conozcan su estado de salud antes de embarazarse. Además, de la hipertensión, podrían incidir en la muerte materna enfermedades como la anemia o el VIH.

En este último caso hay muchas madres que no conocen que son portadoras del virus, y es posible bajar las posibilidades de contagio al niño con medicamentos previos a la maternidad.

Otra de las novedades presentadas en la Feria, y que será parte de la atención de los EAIS, son los ejercicios de psicoprofilaxis.

Estos son un tratamiento de carácter psicoterapéutico preventivo o de refuerzo para que la madre fortalezca la pelvis y evite dolores lumbares, así también para disminuir la episiotomía (incisión quirúrgica) en el parto vaginal.