Al mencionar el tema del fenómeno El Niño suscitado entre 1997 y 1998, el semblante de Jorge Zambrano, alcalde de Manta, decae. Es un asunto que no le gusta tratar. “Mejor hablemos de otra cosa”, dice con una ligera sonrisa. Es que en aquel período, Zambrano también estuvo al frente del Municipio de la ciudad portuaria.

Los ríos Burro y Manta perdieron sus cauces naturales, eran canales abiertos. Las fuertes lluvias provocaron destrucción en Manta... “una época lamentable”, dice con pesar el burgomaestre, quien destaca que en aquel invierno hubo menos infraestructura para enfrentar este daño climático.

“De gran parte de zonas bajas de la ciudad, como los barrios Jocay, La Ensenadita y Miraflores se sacó el lodo literalmente a mano, porque no había equipo para bombear el fango”, recuerda el primer personero municipal.

Cuenta que para ayudar a los damnificados pidió apoyo a las Fuerzas Armadas. “Los militares salieron a ayudar con balde. Luego conseguimos una bomba para sacar lodo de las casas inundadas y el Gobierno Central de la época también ayudó con algunos recursos para atender las necesidades emergentes con vituallas y colchones. No fue nada sencillo.

Para contrarrestar los daños le fueron asignados a Manta 7 mil millones de sucres, dinero que permitió amurallar los ríos Burro y Manta. Los desastres ocasionados por El Niño obligaron a las autoridades a tomar medidas drásticas con respecto a los ríos que atraviesan la ciudad. Personal especializado trazó nuevos cauces de los ríos, lo que dio espacio a la reestructuración urbanística.

A pesar de lo negativo del fenómeno natural, Zambrano destaca que se pudieron crear las ciudadelas municipales Nuevo Horizonte, Bellavista Alto y Urbirríos 1 y 2. Estos nuevos asentamientos sirvieron para reubicar a los damnificados. Esto permitió, según Zambrano, reordenar el crecimiento de Manta.

Actualmente, Manta cuenta con 7 mesas de trabajo que alistan un informe para consensuarlo y elaborar un plan para enfrentar un nuevo evento natural, que podría llegar en el último trimestre de este año.

“En este momento estamos trabajando en el plan de contingencia. Yo invité al Comité de Operaciones Emergentes (COE) cantonal en días pasados y las respectivas mesas de trabajo ya fueron estructuradas. Ya se elaboran los planes en sus áreas y las responsabilidades ya son distribuidas. Luego del trabajo inicial tendremos una planificación que nos permita enfrentar el fenómeno El Niño”, indica.

Zambrano destaca la línea de crédito 50/50 que la Secretaría de Gestión de Riesgo otorgará a los cantones que podrían sufrir problemas a causa de El Niño.

El alcalde destaca que antes de acceder a un crédito del Banco del Estado (BdE), el Cabildo ya está trabajando en acciones de mitigación.

Por ejemplo, “hay taludes que se están erosionando y podrían provocar afectaciones a viviendas de la parte alta, por lo que nosotros hemos procedido a revestir estos taludes. En todo caso, nosotros vamos a aprovechar este préstamo en lo posible en todos los sectores vulnerables donde hay que construir muros de protección y también revestimiento de taludes”, enfatizó el actual alcalde.