Mandatario dice que gracias a Wikileaks se evidenció a EE.UU.
Durante una entrevista a Julian Assange, el presidente Rafael Correa aclaró que no es un mandatario antiestadounidense. El gobernante ecuatoriano participó en el programa El Mundo del Mañana, transmitido por el canal ruso RT y que ayer salió al aire. En el país, el diálogo fue reproducido por la Radio Pública.
Correa habló sobre la relación que tiene actualmente Ecuador con EE.UU., luego del retiro de la base de Manta y de la expulsión de la embajadora norteamericana Heather Hodges.
Correa aseguró que fue por los cables filtrados por Wikileaks que pudo hacer respetar la soberanía del país, ya que no sólo se divulgaban las estrategias de la Embajada para colocar presidentes, sino que hasta aportaban económicamente con la Policía Nacional, lo cual desembocó en el 30-S.
“Había, antes de nuestro gobierno y después de un año y pico, nos demoramos en corregir esto, unidades enteras clave de la policía, absolutamente financiadas por la Embajada de Estados Unidos cuyos directores eran seleccionados por el embajador norteamericano y pagados por ese país”, denunció Correa.
Julian Assange, quien está bajo arresto domiciliario desde hace 500 días en Inglaterra, preguntó sobre la relación comercial que tiene Ecuador con países del continente asiático.
Correa respondió que hacer negocios con países como Rusia, Brasil o China no es malo. Aclaró que Pekín no es ningún “demonio” sino que allá hay inversionistas que no sólo buscan provecho para sí mismos.
“Ahora, cuando somos el país que recibe más inversión china en la región, como los chinos seguramente no son altos, colorados, de ojos claros, ahí sí son demonios, hay problemas”, cuestionó el gobernante.
También se abordó el tema de la libertad de expresión. El presidente ecuatoriano se refirió a los medios de comunicación privados, que durante muchos años influyeron en la política nacional, y cómo ahora, en su gobierno, se da más cabida para que los grupos sociales transmitan lo que crean adecuado a sus intereses.
“Los únicos límites a la información y a la libertad de expresión son los que están en los tratados internacionales, en la Convención Interamericana de Derechos Humanos: la honra y reputación de las personas y la seguridad de las personas y del Estado”, mencionó Correa.
El Mandatario también resaltó que muchas veces el poder mediático pesa más que el poder político, lo cual no debería ser así.