Más de 13 mil muertos, 15 mil desaparecidos y 170 mil personas en condición de refugiados, son los datos que registran las entidades oficiales, luego de un mes de haber ocurrido el terremoto y tsunami en Japón.

A esto se suman los daños que sufrió la planta nuclear de Fukushima, lo que pone en riesgo la vida de miles de personas más.

“La gente de Japón necesita la ayuda de todos quienes quieran unirse, el momento de estar tristes ya pasó”, afirma una ciudadana japonesa residente en Ecuador (que prefirió mantener el anonimato). Ella trabaja en una entidad oficial y estuvo a cargo  de la organización de la feria que se realizó ayer en  beneficio de los damnificados del país asiático.

El evento que se desarrolló en el parque La Carolina de Quito y que duró desde las 10:00 hasta cerca de las 16:00, incluyó varias expresiones de la cultura nipona. Carpas de sushi, ventas de garaje con objetos donados por personal de la Embajada de esa nación, caligrafía japonesa, dulces tradicionales, pulseras y otros accesorios estaban a la venta para quienes concurrieron al lugar.

A las 12:00, se tocó la campana de la Paz, se entregó una bandera de Ecuador y un arreglo floral a representantes de la Embajada japonesa; la hora de repique de la campana coincidió con las 00:00 en Japón, al cumplirse un mes del desastre. “Con esto queremos decirles  que tienen todo nuestro apoyo y que no los hemos olvidado”, dijo Wilman Guarnizo, voluntario y organizador de la Cruz Roja Ecuatoriana.

La ciudadana japonesa, subrayó que pese a que el dinero es importante, lo fundamental es saber que su país cuenta con el apoyo de Ecuador, con esa muestra de solidaridad. Por ello, no se planteó una meta de recolección monetaria.
Para Jonathan Oña, profesor del club de Origami Mundo de Papel, la organización de esta feria, es una manera de retribuir la cooperación que nuestro país ha recibido de la nación asiática en distintas áreas.