El presidente de la Comisión de Comunicación, Mauro Andino, junto con su grupo de asesores, trabajó ayer en la definición de qué es un contenido discriminatorio, los parámetros y las consecuencias jurídicas de responsabilidad ulterior.

Y es que llevar a la práctica  el contenido de la pregunta 9, de la consulta popular, resulta complicado al interior de la mesa legislativa, sobre todo, por la construcción de conceptos que giran alrededor de lo que son los mensajes discriminatorios, de violencia y sexismo.

El asambleísta oficialista Virgilio Hernández manifestó que en la actualidad los medios de comunicación hacen una apología de la violencia y de la discriminación. “Se trata de manera despectiva todo lo que es diferente”, acotó.

Eric Samson, coordinador de Periodismo Multimedios de la Universidad San Francisco de Quito, indicó que un contenido  discriminatorio no necesariamente es un mensaje racista, sino que  puede devenir de definiciones  peyorativas o valoraciones negativas en contra de un grupo étnico-social o religioso.

Para este catedrático francés cada país  debe ajustarse a su propia realidad. Por ejemplo, en Francia, los medios de comunicación tienen prohibido utilizar mensajes sobre  racismo e incitación a la guerra. “No podemos decirlo todo. No podría escribir un artículo promoviendo   la guerra o el odio racial abiertamente. Hay países que ponen barreras para   mensajes que recaen en la censura previa no ulterior”, sostuvo.

Recalcó que hablar de mensajes violentos es más complicado.

“La definición de violencia es subjetiva y podría dar paso a una censura real de parte de la justicia o de un Consejo de Regulación”, dijo.

En relación a los mensajes sobre sexismo, comentó que se utiliza a la mujer para hacer  publicidad de un producto. “Hay una tradición del uso del cuerpo de la mujer para promocionar un producto. Se   ve a una mujer que vende llantas o partes de autos o a una mujer planchando. Eso es discriminatorio”, precisó.

Samson señaló que los insultos o calificativos deben verse no como aspectos discriminatorios, sino como difamatorios.

Mauro Cerbino, coordinador de Investigación de la Flacso, expresó que  hay sectores de la población que son proyectados por los medios de comunicación de un modo estereotipado y a quienes se les aplica una valoración negativa.

Cerbino añadió que la Asamblea Nacional  debe distinguir bien los conceptos de discriminación, violencia y sexismo. En torno a este último tema dijo que es más complicado porque se objetiviza a las mujeres.

“Es difícil establecer una clasificación de los mensajes discriminatorios, porque hay que definir cuáles son los parámetros”, enfatizó el catedrático.

Los niños y adolescentes

Jofree Vélez, representante del Consejo Consultivo del Consejo de   la Niñez y Adolescencia, en cambio, explicó que los mensajes discriminatorios son cualquier contenido, en cualquier programa o show, que muestre mensajes, en donde una persona discrimina a otra por su etnia, orientación sexual, color de su piel, por su religión o cualquier diferencia.

“Estos mensajes no debemos verlos o escucharlos porque nos enseñan a odiar”, agregó al tiempo de señalar que para motivar un buen debate al interior de la Asamblea se debe dejar de lado las ideologías políticas.