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El Telégrafo

Los industriales irrespetan acuerdos con los soyeros

Los industriales irrespetan acuerdos con los soyeros
04 de septiembre de 2011 - 00:00

Los productores de soya del país se muestran preocupados porque gran cantidad de sus cultivos está almacenada en bodegas y no encuentran compradores. Debido a los aumentos en los costos de producción, los soyeros piden que se revise el precio del quintal del grano, que desde 2009 está en 25,50 dólares.

Según el presidente de la Corporación Nacional de Soyeros (Corsoya), Wilman García, existe preocupación entre los más de 5.000 productores de soya localizados en las provincias de Los Ríos y Guayas, porque cerca de 5.000 toneladas del grano que se ha producido hasta el momento no tienen a quién venderlas.

La cosecha de la soya inició el pasado 15 de septiembre y termina a fines de noviembre. Durante este periodo se produce alrededor de 70.000 toneladas a nivel nacional.

“Todos los años nos hemos reunido en el consejo consultivo de la soya para determinar las reglas del juego para la compra del producto y este 2011 no lo hemos hecho. Pedimos al titular del Magap que actúe inmediatamente para evitar que el sector sufra más pérdidas”, dijo García.

Enfatizó que algunos industriales no cumplen con el “Acuerdo de Absorción de la Soya 2008” alcanzado en los dos consejos consultivos anteriores, en que se comprometieron a adquirir las 70.000 toneladas del grano para elaborar pasta de soya. El dirigente también pidió que se aumente 50 centavos al valor del quintal del producto.

Los pequeños productores no saben qué hacer con las toneladas del grano que se encuentran en sus bodegas.
García manifestó que pese a que la producción de soya no abastece la demanda del país, lo poco que han producido hasta el momento no lo tienen a quien vender.

William Lara, productor de Los Ríos, aseveró que los industriales no les están recibiendo la soya y solo la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA), del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), les está receptando el producto en Quevedo.

“La UNA está muy lejos de los sectores donde producimos, solo nos está recibiendo los viernes y nosotros más cosechamos los sábados y domingos. No tenemos a donde entregar nuestro producto y estamos esperando que el Gobierno se sensibilice y convoque a consejo consultivo. Hay una desesperación acá en el campo, porque no saben qué hacer con la soya, ya que no hay quién les compre”, dijo Lara.

Los costos de producción han subido y los pocos  industriales que están comprando el producto no respetan el precio oficial del quintal de soya. Así lo indicó Juvenal Cabezas, productor de Chilitombo, que recalcó que el quintal del grano es pagado hasta en 17 dólares, muy por debajo del precio oficial.

Cabezas aseveró que este ha sido un año atípico para el sector, ya que hasta julio tuvieron lluvias y por lo tanto las plagas se propagaron en sus cultivos. “La lluvia es buena para los sembríos de soya en cuanto a producción, pero con ella también aparecen las plagas que afectan las plantaciones. Nos ha tocado fumigar hasta cuatro veces en cada cultivo, lo que ha ocasionado que tengamos más gastos”, dijo el soyero, que pidió a las autoridades establecer lo más pronto la fecha del consejo consultivo de la soya para mejorar las condiciones del sector.

Las industrias que se comprometieron con la compra de la soya son en su mayoría las que elaboran balanceados y pasta de soya. Según Corsoya, la producción nacional alcanza solo para un mes de consumo de las industrias balanceadoras y el resto es importado.

Según los pequeños productores, la intermediación es otro de los factores que está acabando con el sector, ya que les deja pocas ganancias por la venta del producto.

Germán Dávila, productor de la parroquia Febres Cordero, provincia de Los Ríos, señaló que muchos de sus compañeros recurren a la intermediación para la comercialización y eso ha hecho que varios agricultores dejen de cultivar el grano por las pocas utilidades que les queda. “Cada año hay menos soyeros, necesitamos la pronta intervención del Gobierno para que  haga cumplir los acuerdos con los industriales y además nos proporcione insumos”, dijo Dávila.

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