Un traje estilo militar de  color café los distingue mientras caminan por los pabellones de los 34 centros de rehabilitación social del país. Se trata de los 1.200 guías penitenciarios que trabajan en las cárceles controlando y brindando seguridad, tanto a los internos  como  a sus visitantes.

A más de calificar  este trabajo como uno de los más complejos que se realizan dentro del Sistema de Rehabilitación Social, el viceministro de Justicia, Javier Córdova, sostiene que también es uno de los más cuestionados. Dice que uno de los ejes de la rehabilitación es contar con personal idóneo para las funciones de control y vigilancia.

Agrega que el proceso de rehabilitación apunta a  la evaluación y capacitación de los guías, quienes se convertirán en  las herramientas  para mantener el  orden interno,  erradicar a las mafias y eliminar  la  violación de los derechos humanos.     

El proceso de evaluación de los 1.200 guías penitenciarios concluyó en marzo, luego de rendir  pruebas académicas y psicológicas.  Tras las pruebas se dividieron  a los guías en grupos de 200 personas. Estos ingresaron a un proceso de capacitación a través de la Escuela Conjunta de Inteligencia Militar.

Los cuatro ejes de estudio son: el eje humanístico,  adiestramiento militar, aplicación de  operativos y cultura física. El proceso de capacitación se inició    el 25 de abril y concluirá el 27 de junio.