En la Dirección Provincial del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) de Zamora Chinchipe se calcula que hasta mañana demorará la remoción del material que bloquea la vía Loja-Zamora. Esto luego de que un alud ocurriera a eso de las 17:00 del martes, a causa de las lluvias caídas en la zona en los días previos.

El hecho obligó a la habilitación de la antigua carretera Loja-Zamora para el tránsito de vehículos livianos, pero en horarios restringidos y en un solo carril a la vez. Los automotores de carga pesada fueron excluidos por la existencia  de puentes angostos y antiguos en esa ruta, los cuales podrían  derrumbarse si grandes pesos los atravesaran.

Mientras tanto, los carros que van desde Loja a Zamora tienen que esperar en el barrio El Retorno más de dos horas hasta que suban por la vía antigua los que siguen la ruta contraria.

El director provincial del MTOP en Zamora, Jorge Gálvez, pidió comprensión a la ciudadanía ante las quejas, por ejemplo, de transportistas de pasajeros y los usuarios de sus unidades. Según el funcionario: “Luego de que se abrá el paso normalmente (probablemente el sábado) por la vía bloqueada, haremos trabajos de terraceo y estabilización para evitar que se produzcan inconvenientes en lo posterior”.

Victoria Sánchez, quien habita en una vivienda cercana al hecho, comentó que el día del suceso estaba sentada con un hijo cuando la tierra empezó a temblar y bajaron piedras inmensas de la montaña. “Parecía un terremoto porque las rocas se daban la vuelta y solo se veía polvo. Lo único que pude hacer es coger a mi hijo y correr”, afirmó la mujer.

Ella habría evitado que un bus de la Cooperativa de Transportes Loja quedara atrapado, pues el chofer no se daba cuenta del derrumbe, por lo que con gritos y señas le habría hecho entender lo que sucedía. Sánchez, su esposo y cuatro hijos fueron evacuados a un albergue en Tunanza, en la ciudad de Zamora.

Y si bien el suceso no dejó víctimas, sí causó pérdidas económicas. Entre ellas la supuesta desaparición de 18 cabezas de ganado. Luis Alberto Campos, quien trabaja en una finca, dijo que la tarde del deslave habían 38 animales en la zona, de los cuales 20 han sido encontrados.

Entre tanto, maquinaria continuará limpiando la vía a pesar de la persistencia del riesgo de deslaves: hasta ayer grandes bloques de roca continuaban cayendo hasta la mesa de la carretera, según información oficial. Aunque el alejamiento momentáneo de las precipitaciones en la zona facilitaba la ejecución de estas tareas.

Este alud se suma al ocurrido el domingo pasado en la ruta Guanujo-Echeandía, en la provincia de Bolívar, que bloqueó el paso vehicular y mató a un operador de maquinaria.

Por otra parte, problemas eléctricos se sumaron a las dificultades derivadas del invierno en Quinindé (Esmeraldas). La caída de la rama de un árbol sobre cables de conducción en el sector de Telembi dejó sin electricidad a la ciudad  por más de una hora el martes. El suceso ocurrió alrededor de las 19:00. Esto obligó, además, a la suspensión del servicio por cuatro horas, ayer, para el tendido de una nueva línea.

Las lluvias afectan también la construcción de puentes que ejecuta el Gobierno Provincial desde hace dos meses. En tanto el servicio de agua potable se restableció en la mayor parte de esa ciudad. Mientras en la capital provincial los aguaceros afectan las obras de reconstrucción y de agua potable, en los barrios del sur el agua se estanca en calles y solares.

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