Los gobiernos de Colombia, El Salvador y Chile se sumaron este miércoles a Argentina, Ecuador, México y Brasil, países que expresaron su preocupación sobre el caso de espionaje masivo llevado a cabo por agencias de Estados Unidos como la NSA y la CIA en la región.

En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano señala que "registra con preocupación la información de algunos medios de prensa internacionales sobre la existencia de un programa de recopilación no autorizada de datos y de interceptación de comunicaciones personales en Colombia".

También "rechaza los actos de espionaje violatorios del derecho a la intimidad de las personas, y de las convenciones internacionales en materia de telecomunicaciones".

Ante este rechazo, se informa que Colombia solicitará al Gobierno de los Estados Unidos, por intermedio de su embajador en Bogotá, "las explicaciones que correspondan".

También El Salvador anunció que está dando seguimiento a esta situación para verificar la veracidad de la misma, "pues riñe con el principio de soberanía y violenta los derechos a la privacidad de los salvadoreños", dijo el vicecanciller de Cooperación para el Desarrollo y canciller encargado, Jaime Miranda.

La Cancillería de ese país también pedirá "explicaciones" por "canales diplomáticos".

De su lado, el Gobierno chileno señaló que "sin perjuicio de que se procurará verificar la autenticidad de dichas informaciones, en cuyo caso se solicitarán las explicaciones que corresponda, Chile no puede sino condenar firme y categóricamente las prácticas de espionaje, cualquiera sea su origen, naturaleza y objetivos".

Además, reafirmó su "irrestricto apego" al derecho y las convenciones internacionales como "instrumentos adecuados para garantizar la armónica convivencia entre las naciones".

Los gobiernos de Argentina, Ecuador, México y Brasil ya se pronunciaron fuertemente el martes sobre estas revelaciones de espionaje en América Latina y también exigieron explicaciones a EE.UU.

"Me corre frío por la espalda cuando nos enteramos que nos están espiando a todos a través de sus servicios de información", manifestó ayer la presidenta argentina Cristina Fernández en un acto oficial en la provincia de Tucumán.

"Yo espero que ahora en la reunión del Mercosur de este próximo viernes (en Montevideo) los presidentes tengamos un fuerte pronunciamiento y pedido de explicaciones ante estas revelaciones", apuntó. 

En ese mismo sentido se pronunció el canciller Ricardo Patiño, quien hizo un llamado a la comunidad internacional para que reaccione.

En entrevista con el portal oficial El Ciudadano, Patiño señaló que -de ser ciertas las informaciones hechas por O’ Globo de Brasil y el periodista del diario británico The Guardian, Glenn Greenwald- se ha cometido una afrenta contra el mundo, que afecta la paz internacional.

“Se conoció que Ecuador está siendo vigilado. Ojalá las relaciones internacionales comiencen a cambiar. Ojalá aquellos países que se han prestado (para esto), que han sido cómplices de espionaje, se den cuenta que no pueden seguir jugando con la paz en el mundo, con la dignidad de los países y de las personas”, enfatizó el máximo representante diplomático del país.

Ayer, el vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, también dijo que tiene que haber las explicaciones respecto a estas denuncias.

México, a través de su Secretaría de Relaciones Exteriores, reiteró al Gobierno de los EE:UU., por los canales diplomáticos, "su exigencia de información amplia sobre el asunto".

La Cancillería recordó que desde que se publicaron "los primeros alegatos sobre programas de inteligencia, el Gobierno de México estableció comunicación inmediata con Washington.

Añadió que el Gobierno mexicano "estará atento a la procura y evaluación de la información solicitada", y reiteró que las "relaciones entre países se conducen con respeto y apego al marco legal, y condena enérgicamente cualquier desviación de esta práctica".

El diario brasileño O Globo, recogiendo documentos del extécnico de la CIA, Edward Snowden, reveló que el espionaje cibernético realizado por EE.UU. se extendió por varios países latinoamericanos.