Desde las redes sociales se organizó la protesta de varias organizaciones no gubernamentales y sociales, entre ellas la Conaie y la ahora cerrada fundación Pachamama, que terminó en insultos, persecución e incluso agresión con una lanza al embajador de Chile en Ecuador, Juan Pablo Lira, y al empresario de Bielorrusia Andrei Nikonov.

El incidente ocurrió el jueves pasado, cuando el diplomático y el empresario extranjeros abandonaron el edificio Amazonas, en el norte de Quito, en donde el jueves pasado se efectuó la entrega y apertura de las ofertas de 4 de los 13 bloques petroleros que salieron a licitación de la XI Ronda Suroriente.

Un informe policial y las primeras investigaciones, a las cuales tuvo acceso este diario, justamente revelan que aproximadamente a las 16:00 del jueves 28 de noviembre pasado “se aglomeró en las afueras de la Secretaría de Hidrocarburos obstaculizando el flujo vehicular en la avenida Amazonas, un número de al menos 100 manifestantes, debido a las planificadas convocatorias realizadas por las redes sociales en las que se pudo identificar a miembros de las organizaciones Pachamama y La Hormiga”.

La manifestación no siempre fue del todo pacífica, pues se determinó que constantemente “gritaban ofensas en contra de todas las personas que ingresaban al edificio, sin importarles edad, género, etnia...”.

A las 18:15 el embajador de Chile decide retirarse del edificio y es interceptado por varios de los manifestantes, entre ellos Margoth Escobar y Darío Jaramillo, de la ONG La Hormiga, quienes agredieron verbalmente al diplomático, utilizando términos como: “Etnocida”, “asesino de la nación, fuera del país”.
Córdova: “¿Qué clase de imagen estamos entregando al mundo por culpa de un grupo de personas violentas”.
En cambio, miembros que decían ser de la ONG Pachamama y de la misma La Hormiga, interceptaron a Nikonov y trataron de agredirlo, entre ellos, nuevamente Margoth Escobar. Pese a la intervención de los policías, los manifestantes “abofetearon y lo golpearon en la cabeza con una lanza de chonta”.

Los avances de las investigaciones, que se amparan en testimonios documentales (fotos y videos) y testimoniales (versión de personas), determinan que las personas que participaron como “parte activa de la violenta turba” son: Margoth Escobar, Patricio Sake, Kléver Ruiz, Jaime Vargas, Franco Viteri, Iván Ruiz, Jhonny Dahua, Silvia Tivi, Patricia Gualinga, Domingo Peas, Gloria Ushigua, Humberto Cholango y Darío Jaramillo.

En la convocatoria a las marchas a través de las redes sociales (ver facsímil) se señala que cuenta “con apoyo de la Conaie, Gonoae, organismos y colectivos sociales” y se anuncia que “habrá sorpresas”.

Pese a ello, la directora de Pachamama, Belén Paez, volvió ayer a insistir en que ninguno de los miembros de su organización participó en las agresiones al embajador de Chile y al empresario bielorruso, por lo que advirtió que están asesorándose con abogados a nivel internacional para armar una estrategia que incluirá una queja formal ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por la clausura que considera “arbitraria”.

Mario Merlo, abogado de la ONG cerrada por disposición del Ministerio del Ambiente, dijo que están estudiando las leyes y los preceptos jurídicos en los que se basaron las autoridades. “Estamos preparando la respuesta para revertir esa decisión anticonstitucional, alejada de toda lógica jurídica”, advirtió.

Pese a los actos de violencia y a que las causales para disolver dicha ONG se amparan en la normativa que rige para el funcionamiento de este tipo de organizaciones, Esperanza Martínez, de la ONG Acción Ecológica, opinó ayer que el cierre se enmarca en una estrategia gubernamental, con el objeto de frenar la recolección de firmas que están llevando a cabo desde hace varios meses para promover la convocatoria a una consulta popular sobre el tema de explotación minera en el Yasuní.

Incluso Martínez minimizó la agresión que sufrieron el diplomático chileno y el empresario bielorruso señalando: “las personas que protestaban y luego atacaron a los extranjeros fueron provocadas para reaccionar de esa manera”.

Al respecto el viceministro del Interior, Javier Córdova, indicó que el Gobierno respeta todas las manifestaciones, siempre y cuando tengan carácter pacífico y ordenado. “Se trata del embajador de un país hermano, ¿qué clase de imagen estamos entregando al mundo por culpa de un grupo de personas violentas? Respetamos estas manifestaciones, pero no tienen derecho a hacerlas de forma violenta”, indicó.