La Secretaría de Comunicación (Secom) descartó una reunión con la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), mientras los temas planteados por ese gremio no atañan a la defensa de la libertad de expresión, sino a la de empresa.

“Los temas que se buscan tratar no son sino aquellos que perpetúan sus privilegios y poder de un círculo de propietarios de imprentas que travisten sus afanes económicos y políticos en la defensa sublime de derechos”, escribe Fernando Alvarado, secretario de Comunicación en una carta pública fechada el 6 de mayo.

La respuesta emitida por la Secom se da a propósito de la solicitud de una “reunión especial” que formulara la SIP el pasado 20 de febrero.

En el comunicado se sugirió a Jaime Mantilla, presidente de la SIP y director de diario Hoy, que reoriente su cita y la solicite a la Superintendencia de Control del Poder del Mercado o a aquellas entidades que tienen que ver con estamentos empresariales y de negocios.

Alvarado aclaró que el Gobierno siempre ha estado predispuesto al diálogo con todos los sectores de la sociedad; sin embargo, menciona como antecedente la cita llevada a cabo con la SIP en octubre de 2009, en la que se repitió el “martillado libreto de preocupación por las libertades”.

“En esta cita, con buena fe y hasta ingenuidad, se aceptó que no sea pública por petición de ustedes. Nada extraño si no se tratara de una organización que supuestamente defiende la transparencia, la libertad de prensa y expresión. No obstante, en este encuentro, y pese al reconocimiento interno de los directivos de la SIP de los abusos de sus afiliados, concluida la reunión se repitió el martillado libreto de ‘preocupación por las libertades’”, reza el comunicado.

Para la Secom es difícil confiar en las intenciones honestas de la SIP al pedir una nueva cita, pues considera que puede ser un mecanismo para  dar un uso politiquero y escandaloso de la solicitud, haya o no encuentro.
Alvarado reiteró la defensa a la libertad de expresión “más allá de discursos chispeantes y sensacionalistas y sin tantas reuniones de quienes miran a la comunicación como un lucrativo negocio a resguardar”.