La radio sobrepasa y se impone
Los medios impresos tradicionales son tan “pluralistas” que en sus páginas editoriales solo hablan en contra de la consulta. No cabe la “disidencia”. Y en el caso de El Universo, con poner en blanco sus columnas ejercen un acto de protesta, legítimo, pero de poca significación si se leen sus argumentos.
En los demás diarios no hay pluralidad y menos de diversidad, como si el monolítico no fuese un reflejo de lo que ocurre en la realidad. Imaginemos que fuese cierto que “todos” están en contra de la consulta, ¿no daría lugar para la duda y hasta la sospecha semejante unanimidad, la misma que dicen se quiere imponer desde el Gobierno? ¿Por qué es mala la unanimidad del “oficialismo” y es buena la que se refleja en las páginas editoriales de los periódicos tradicionales?
Ventajosamente para las audiencias está la radio y los canales públicos e incautados. Y la primera, en toda su gama y variedad, ingresa por todas partes para posicionar debates y reflexiones de todo tipo. Quizá por eso es el espacio y el escenario que mejor recepta y proyecta lo que ocurre en el debate público sobre la consulta. Aunque no alabo ni hago apología sí creo que se ha producido un “desplazamiento” hacia la “escucha” para entender lo que de verdad ocurre sobre lo que debemos decidir el 7 de mayo.
Los estudiosos de comunicación sabrán decir con mejores argumentos que la radio, en tiempos de tensión y debate político, potabiliza la discusión, abre espacios de participación y propone un sustrato para el argumento. La radio reafirma que la “plaza pública” está en ese medio para imaginar un mejor empoderamiento de la ciudadanía desde su voz sin necesidad de acudir a los “sabios” que nos quieren imponer su oposición a todo a cambio de nada.