Un ambiente de expectativa e incertidumbre  invadió ayer  el Consejo de la Judicatura (CJ), luego de que en la víspera el juez Vigésimo Primero de Garantías Penales de Flagrancia de Pichincha, Santiago Coba Rodríguez, destituyó al presidente del organismo, Benjamín Cevallos, por incumplimiento de funciones.

Mientras que, la noche del lunes, el vicepresidente del CJ, Herman Jaramillo, asumió la presidencia, ayer  Cevallos  dijo que aún es el presidente y anunció acciones legales en contra del juez Coba. “Primero será la revocatoria, luego las apelaciones, iré a un juicio penal por prevaricato, juicio por daño moral, sin perjuicio de las acciones administrativas”, dijo.

Ya sin los miembros de seguridad y acompañado de uno de sus hijos, Cevallos llegó la mañana de ayer a su despacho en el que se reunió, en forma reservada, con cinco de los nueve vocales, recibió el respaldo y analizaron la situación. “Lo mío está en suspenso no ha causado estado definitivo”, dijo al concluir la cita que se prolongó hasta alrededor del mediodía.

Fue enfático en señalar que la sanción que le impuso el juez  es una medida cautelar y, por lo tanto, no es definitiva, consecuentemente luego de las acciones legales que presentará   y del pronunciamiento de los jueces, volverá a la presidencia. “El único organismo que nos puede destituir a nosotros es la Corte Constitucional y nadie más”, remarcó.

El ex principal de la Judicatura aseguró que su destitución fue ilegal, que defenderá su nombre y admitió a Jaramillo como vicepresidente encargado de la presidencia del CJ. “Yo mismo me excusé justamente para que él (Jaramillo) pueda ejercer la presidencia, no es que ha sido electo, él tiene calidad de vicepresidente ejerce las funciones de presidente del Consejo de la Judicatura, está bien”, dijo Cevallos.

El vocal del CJ, Germán Vásquez, aclaró que la reunión que mantuvieron ayer con Cevallos fue de carácter informal, y que   para hoy está prevista una sesión del pleno del organismo  al que están convocados.

Anticipó que en el encuentro abordarán temas relacionados a asuntos que están pendientes y los que podrían caducar.

El vicepresidente encargado de la presidencia del CJ, Herman Jaramillo, quien participó del encuentro con Cevallos, ayer asumió las funciones y aseguró que se trata de un cargo “pasajero”, pues una vez que se proclamen los resultados de la consulta popular, del pasado 7 de mayo, todos los vocales cesarán en el cargo, hecho que podría darse   máximo en 15 días.

El juez Santiago Coba,  quien resolvió la destitución, defendió la decisión y dijo que un  retorno de Cevallos no es simple, pero admitió que es una medida cautelar.