El 92% de las víctimas de delitos en México no   los denuncia, el porcentaje   en Bolivia es de un 85% y en Ecuador del 80%, según datos divulgados ayer, en Quito, que a juicio de la ONU reflejan la falta de una “cultura” de la denuncia en  América Latina.

Salomé Flores, de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, considera que los números de los tres países revelan un problema en   América Latina, aunque no hay una media regional de la llamada “cifra negra”, el porcentaje de crímenes que no entra  en los registros es porque muchos países carecen de datos.

“En general no se reporta. No hay una cultura de la denuncia ciudadana”, indica  Flores durante la XI Reunión del Comité Ejecutivo de la Conferencia Estadística de las Américas.

Adrián Franco, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (Inegi), dice que un 92% de las víctimas de delito de su país no   denuncia el hecho  o quienes lo hicieron no recibieron seguimiento por parte de las autoridades.

Flores explica que en las encuestas esas personas dijeron que no realizaron el trámite porque no confían en las instituciones, por la corrupción o porque consideran  que es una pérdida de tiempo.

En Ecuador ese número es de un 80%, según el director del Instituto de Estadística y Censos (Inec), Byron Villacís, y  el porcentaje varía de acuerdo al delito, puesto que la gente reporta menos los robos de teléfonos, por ejemplo, y más los hurtos de automóviles o los asaltos.

Los datos de los tres países son resultado de las llamadas “encuestas de victimización y percepción”, que buscan ofrecer estimativas más completas sobre violencia, más allá de los registros oficiales.

La cita también sirvió para buscar sistemas que permitan la consolidación de la producción y difusión de las estadísticas de seguridad y bienestar laboral de América Latina y el Caribe.

Pablo Tactuk,   quien fue presidente del Comité Ejecutivo de la Conferencia, asegura que aquello es beneficioso porque con el hecho de  contar con estadísticas regionales se   logrará que los avances que cada país  ejecute se  podrán medir y comparar.

Por esta razón, el  representante de  República Dominicana afirma que en el encuentro, que continúa hoy,  se abordarán las cifras de seguridad y trabajo que  son temas prioritarios en las agendas de   los países de América Latina y el Caribe. “Es fundamental, si no se desarrollan y satisfacen  las demandas de trabajo que hay en la sociedad”, expresa.

Considera que es importante que el empleo y la seguridad -que van estrechamente ligados- puedan ponerse sobre el  tapete y “medirse adecuadamente para enfrentar el problema en la región”.
En el encuentro se entregó a Ecuador la presidencia de la XI reunión del Comité Ejecutivo de la Conferencia Estadística de las Américas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

Para Luis Beccaria, director de la División de Estadísticas de la Cepal, estos procesos lo que buscan es mejorar las estadísticas en la región e implementar recomendaciones para cada uno de los países.

Transnacionalizar las cifras en la región

Villacís cree que el empleo y la seguridad se deben medir de  forma regional.  “Hay fenómenos de violencia internacional que implican que se tiene que medir  no solo en los países que les afecta sino en todas las zonas, son fenómenos transnacionales”, explica.  “El reto no solo es producir buenas estadísticas sino transnacionalizarlas para saber si los fenómenos son regionales o locales”, agrega el funcionario.

Expresa que antes el  INEC contaba con un presupuesto de 17 millones de dólares anuales y ahora supera los 30 millones de dólares, “con ello se demuestra que se invierte    más en  estadísticas  democráticas”.

Por ello, dice,   se han ejecutado 364 operaciones   estadísticas en los últimos años y que si  esto se compara a nivel per cápita, el Ecuador se encuentra en el primer  y  segundo lugar en  la mayoría de  los indicadores a nivel latinoamericano.