¿Qué labor cumplen en las zonas más afectadas?

Trabajamos en Montalvo, donde se protege con escolleras y se reencauza el río que salió del cauce normal. Lo mismo ocurre en las zonas Las Lolas y Las Maravillas, donde se desbordó el afluente y generó inundaciones. Ahí se reparan las alcantarillas. Trabajamos con maquinarias en la zona de San Luis, en Zapotal. El río cambió su cauce y amenaza con destruir la carretera. Algo parecido se realiza en Mocache, donde están afectados tres sectores.

¿Qué tipo de ayuda se otorga a los damnificados?

Son atendidos a través del COE, la Policía Nacional y el ECU-911. Cuando los sectores se inundan los miembros ayudan en el desalojo de las viviendas. Este trabajo se puede desarrollar con el respaldo de ellos, porque cuando vamos nosotros, directamente, la gente no quiere abandonar sus viviendas. Se les envía agua por medio de tanqueros y si esto continúa se entrega raciones alimenticias.

¿Estructuraron albergues?

El Gobierno Nacional, por medio de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), tiene identificados albergues porque hay problemas que son permanentes. Cada invierno hay sectores que se inundan, así como áreas o asentamientos en zonas de alto riesgo.

¿Cuál es la cifra de evacuados?

Esta semana se espera tener lista la evaluación completa de la afectación en la provincia, que está haciendo el Departamento de Desarrollo Económico.

¿Qué tareas cumplen una vez que se declaró la emergencia?

La emergencia se declaró por temas puntuales de respuesta. Si no se firmaba la resolución no tendríamos en estos momentos máquinas. Unas seis excavadoras trabajan en los puentes, en el río Cristal y en las zonas Pajarito y Mata de Cacao. Hubo que reparar unas bombas para evacuar el agua en las zonas inundadas, había que comprar baterías e insumos. Un proceso de contratación, por mínimo que sea, demora por lo menos un mes. En cambio, acá es una decisión rápida.

¿Cuáles son las próximas obras una vez que concluyan las lluvias?

Cada año hacemos obras de prevención. Hay áreas que se inundan que mientras no sea reubicada la población será afectada. Anualmente se invierten $ 5 millones para que el impacto sea menor al año anterior.