La contundencia del fallo de la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia de Colombia determina que las evidencias encontradas en las computadoras del jefe guerrillero Raúl Reyes carecen de valor jurídico. La noticia permite activar la conciencia del pueblo ecuatoriano que, en algún momento, pudo haber creído en las razones de Estado de nuestro vecino para atravesar el borde fronterizo norte y bombardear el campamento de Angostura en el que se alojaba el líder guerrillero Luis Édgar Devia Silva, alias Raúl Reyes, el 1 de marzo de 2008.

El régimen de Álvaro Uribe lo llamó operación “Fénix”, el mayor golpe a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). 

El veredicto, en términos   concretos, se refiere al proceso desarrollado contra el ex congresista Wilson Borja, integrante del Polo Democrático Alternativo (PDA, izquierda), quien había sido acusado de presuntos vínculos con los subversivos, por las supuestas pruebas halladas en los ordenadores  que los jueces desecharon definitivamente.

En los 43 argumentos jurídicos que forman parte del acta Nº 171 del 18 de mayo del presente año, el punto 40 es sumamente claro y determina que nunca existieron los famosos correos electrónicos de Reyes, con los que se atacó sin piedad a funcionarios del Gobierno del presidente Rafael Correa.

Incluso llegaron a mancillar el honor del Jefe de Estado, pues las presuntas pruebas, como lo afirmaron oficialmente, no provenían de un navegador o de una red de transmisión de datos; eran documentos de Word desligados de controles remotos, sin carpetas de entrada o salida (ver recuadro) ni indicios que indiquen su existencia.

Quienes supuestamente los encontraron se tomaron la molestia de copiarlos y luego clasificarlos. Por ello, el alto tribunal de justicia   sostiene que todo ese bagaje de pruebas fraguadas no tiene valor jurídico, puesto que se obviaron procedimientos legales, en particular los referentes a la cadena de custodia de las pruebas encontradas:

Las autoridades que recopilaron y clasificaron los archivos de las computadoras "no informaron haber ingresado al correo electrónico presuntamente utilizado por Raúl Reyes ni a ningún otro" y que, por lo mismo, "tampoco visualizaron carpetas de entrada y salida de mensajes recibidos y remitidos".

Pero el fallo va mucho más allá cuando afirma que "la Corte reitera la tesis de que ninguna autoridad colombiana tiene competencia o está facultada para practicar en el extranjero inspecciones y recoger elementos materiales de conocimiento, por fuera de los mecanismos de cooperación internacional y la asistencia judicial".

El veredicto de los nueve magistrados también alcanza a los procesos penales que se encontraren fundamentados únicamente en esos archivos, porque la Corte es la máxima instancia en lo penal y a ella llegarían, en caso de que su opinión no fuera tomada en cuenta, y hubieren eventuales sentencias condenatorias contra terceros, pues  "si las autoridades nacionales desprovistas de facultades de Policía Judicial, desatendiendo (...) desde la Constitución hasta los convenios de cooperación judicial y de asistencia técnica suscritos y ratificados por Colombia, pasando por las leyes de procedimiento penal, practican inspecciones y recogen elementos de conocimiento que luego incorporan al país y propugnan su judicialización, dado el carácter de esencialidad que reviste la falta, esas pruebas son ilegales, y conforme lo manda la Carta Fundamental, les aplica la cláusula de exclusión, tornándose nulas de pleno derecho".

Este, en definitiva, es el principal argumento del tribunal en función de que "la Corte reitera la tesis de que ninguna autoridad colombiana tiene competencia o está facultada para practicar en el extranjero inspecciones y recoger elementos materiales de conocimiento, por fuera de los mecanismos de cooperación internacional y la asistencia judicial".

El Presidente de la República del Ecuador nunca perdió la fe en la justicia y, cuando el país recordó el tercer año del bombardeo de Angostura, dijo en su enlace semanal: “Jamás olvidar el pasado o estamos condenados a cometer los mismos errores, (pero) ver hacia el futuro, pero sin olvidar el pasado”.

Ayer, Rafael Correa felicitó la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Colombia por haber establecido que la información de las computadoras de Raúl Reyes nunca  constituyeron una prueba  jurídica, y reiteró que desde hace tres años se conocía  que dicho contenido no era válido, porque los ordenadores fueron manipulados, alterados y nunca estuvieron bajo un verdadero sistema de custodia.

También aseguró el Primer Mandatario que la información se tomó como verdadera por parte de cierto  sector de la prensa y de grupos que están en contra de los gobiernos progresistas, al punto de establecer como una realidad hechos de vinculación del Gobierno con las FARC.

“No me sorprende la decisión; es más reconozco la calidad de la justicia  porque actuó en derecho y nos está diciendo lo que siempre supimos”, concluyó.

Javier Ponce, ministro de Defensa, también se refirió al tema y aseguró que las acusaciones sobre los supuestos nexos del Gobierno de Ecuador con la guerrilla de las FARC quedan desvirtuadas y que la Fiscalía ecuatoriana deberá tomar como elemento de juicio la decisión colombiana: "Nosotros dijimos hace rato que no podrían ser pruebas (los supuestos correos de Reyes). La custodia (de las computadoras) no fue respetada. Lo que hace la justicia colombiana es ratificar los que dijimos desde el primer momento cuando comenzaron a aparecer los archivos".

VER PDF: Fallo de la Corte Suprema de Colombia