Desde  enero  de 2013 los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano  recibirán  $ 50, cuya financiación provendría en un 54% de las ganancias del sistema financiero y el 46% restante de una reprogramación del Presupuesto estatal, explicó ayer el presidente Rafael Correa durante el enlace ciudadano, transmitido desde Tena (Napo).

Ese 54% equivale a $ 164 millones que el Gobierno estima recaudar con la aprobación del Proyecto de Ley de Redistribución del Gasto Social, que el Ejecutivo envió el jueves pasado a la Asamblea como urgente en materia económica, el cual  plantea     reformas legales    ($ 122 millones) y   administrativas  ($ 42 millones) para la banca. A ello se sumarán  los $ 140 millones  financiados por  el Estado.

La reforma legal  implica el aumento del impuesto a los  activos en el exterior del 0,08% al   0,25% mensuales, con el fin de que la banca    invierta  en el  país. Con ello se recaudarían   $ 48,5 millones anuales. Mientras que  las subsidiarias en paraísos fiscales pagarán un impuesto del 0,35% mensuales, lo que generará $ 38,7 millones al año.

También serán gravados con el IVA (12%) los  servicios financieros. Correa precisó que los usuarios no serán afectados porque se fijarán tarifas para cada servicio. Por ejemplo, si  el retiro de efectivo en un cajero ajeno a la institución cuesta  50 centavos, seguirá costando lo mismo, pero  incluido el IVA,   rubro  que pagará el banquero.

Sobre la  exoneración del 10% en el pago del Impuesto a la Renta (IR)  para la banca,  el Mandatario destacó que ahora pagarán el tributo completo sobre el   total de  sus utilidades. Con ello  se recaudaría $ 18,3 millones. A ello se suma  el cambio en el cálculo del Anticipo del IR, con lo que se recaudarían $ 8 millones.

Esas reformas tributarias generarán un ingreso al Estado de  $ 122 millones en 2013,  $ 127 millones en 2014  y $ 137 millones en 2015. 

En cuanto a las medidas administrativas que deberá  tomar la Junta Bancaria y la Superintendencia de Bancos, ello  representaría un ingreso de $ 42 millones anuales.      

Eso, apuntó Correa,  “afectará a los   Pachano (Produbanco), Egas (Pichincha) y  Lasso (Guayaquil)... Me he reunido con todos esos sectores, porque soy presidente de todos, pero mi compromiso es con los más pobres”. Y reconoció que en su Gobierno se duplicaron las  utilidades de la banca, pues alcanzan los $ 460 millones netos frente a un  IR  causado de 72 millones, pero “llegó la hora de redistribuir esas utilidades”. 

Denunció que hay banqueros que ganan $ 900 mil  anuales (es decir $ 70 mil al mes o 2.000 dólares al día). “Con esos sueldos  no les importaba recibir utilidades. Era una forma de hacerles trampa a los trabajadores. Con los sueldos exageradísimos  de ciertos ejecutivos de la banca se perjudica las utilidades, se perjudica al Estado porque   pagan menos impuestos y se perjudica a sus trabajadores  porque participan menos en la distribución de las utilidades”, sostuvo (ver gráfico). 

El director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco, también aclaró que los $ 309 millones que la Asociación de Bancos afirma haber entregado  al Estado, solo $ 170 millones corresponden a tributos y el resto son   aportes a la Superintendencia de Bancos, Gobiernos Autónomos y al Corporación del Seguro de Depósitos (Cosede), este último un organismo que, en el caso de los ciudadanos, sería como pagar el seguro de un auto, por lo que no puede ser considerado un impuesto.

Además, advirtió que los banqueros están asustando a la ciudadanía al afirmar  que la reforma levanta el sigilo bancario, cuando  la Ley de Régimen Tributario establece que para efectos tributarios no existe reserva. Citó como ejemplo que al solicitar información financiera para la aprobación de un crédito, serían los bancos los que estarían  levantando ese sigilo.  Y, al contrario, denunció el uso del “sigilo bancario”  para ocultar fortunas opacas o de dudosa procedencia, cuando en casi  todo el continente, incluidos en algunos paraísos fiscales,  no existe sigilo bancario para fines tributarios.