Durante los días 29 y 30 de noviembre se cumplió la Jornada de Acción Cívica Binacional con Atención Médica, en la parroquia ecuatoriana de El Chical, en la frontera con Colombia.

Personal de la Dirección Provincial de Salud del Carchi participó en la asistencia a los ciudadanos.

Unas doscientas personas, entre ecuatorianos y colombianos, se beneficiaron del programa que se lleva a cabo en la zona y donde intervienen profesionales de la salud tanto de Ecuador como de Colombia.

Los galenos pusieron en práctica sus conocimientos en esta zona considerada entre las más alejadas de las ciudades. Los beneficiados recibieron atención en medicina general, pediatría, odontología, psicología y otras especialidades.

Además, se vacunó a los grupos prioritarios como niños y personas de la tercera edad. También se dio asesoramiento nutricional a las madres de familia, charlas para la prevención de embarazos en adolescentes y planificación familiar.

Galenos de los ministerios de Defensa de los dos países examinaron a los comuneros.

“Estamos gustosos de participar. Es un compromiso moral y cívico, especialmente con este sector, precisamente por su ubicación. Lo que pretendemos es fomentar la prevención y promoción de la salud, como algo esencial”, indicó Marco Ortega, director provincial de la cartera de Estado.

En los dos días que se desarrolló la jornada médica organizada por los Ministerios de Defensa de los dos países, la Dirección de Salud del Carchi movilizó a más de 30 profesionales, que estuvieron repartidos en 10 consultorios.

Incluso se organizó una unidad móvil con el apoyo de los médicos y auxiliares de enfermería del Centro de Salud de El Chical.

Mauricio Silva, comandante de la Brigada N° 31 Andes, expresó que el trabajo interinstitucional ha sido fundamental para desarrollar esta acción.

"Nos hemos unido con el fin de brindar una atención digna, con responsabilidad, como se merece la población”, señaló.

Comuneros de la etnia awá se beneficiaron de la atención médica, al igual que ciudadanos colombianos que habitan frente a la parroquia de Chical.

“Nunca pensé ver esto, que vengan los médicos hasta nuestra parroquia para darnos atención y medicinas; estoy feliz de que me pudieran revisar aquí y no tuve que viajar”, destacó Mery Muñoz, de 56 años, habitante de Chical.