Jennifer Archibald: “El ballet es básico para toda la danza”
Desde el pasado martes 17 de mayo se encuentra en Guayaquil, en el Centro de Arte, la fundadora y directora artística de la Arch Dance Company, Jennifer Archibald, para impartir clases de hip hop y danza contemporánea para bailarines y estudiantes de danza de nivel intermedio y avanzado, por 2 semanas. Las inscripciones se receptan en la sede del centro, km 4 1/4 vía a la costa, o llamando al 2003699 extensión 17.
Es reconocida en el mundo como una experta en hip hop, ¿cómo se dio esta visita a Ecuador?
Mónika Cuesta -responsable de proyectos especiales del Centro de Arte- me ubicó por la web. Imparto “master classes” por el mundo, así que ella me contactó y concretó toda una semana de talleres, que es como usualmente sucede ya que me encuentran por la Internet o por comentarios de alguien hechos de boca en boca.
¿Qué espera enseñar aquí?
Los principios de la danza contemporánea y del hip hop, ya que también es importante para mí hacerles saber cuan habilidoso se necesita ser para convertirse en un intérprete increíble. Muchos tomamos clases y nos olvidamos que estamos entrenando nuestros cuerpos para presentarnos.
¿Cómo encontró una carrera en la danza, en las ramas que cultiva?
Quería bailar desde los 9 años. Pertenecía al Ballet Nacional de Canadá cuando era muy joven y en el 2000 acudí a la escuela de Alvin Ailey, por lo que me mudé a Nueva York. Nací en Canadá y me mudé a Nueva York para bailar y he estado enseñando y coreografiando, desde entonces, en esa ciudad.
¿Estudió ballet formalmente?
Sí, el Ballet Nacional de Canadá fue para mí una fuerte base en este género de la danza, con el cual me inicié. Considero importante que los jóvenes bailarines lo estudien porque creo que mientras más versátil eres, mejor eres. Puedes usarlo en el hip hop, el capoeira, en cualquier cosa; el ballet es esencial.
¿Qué diferencias encuentra entre el ballet y lo contemporáneo?
Hay más libertad en la danza contemporánea porque puede ser más abstracta, pero creo que muchas compañías de ballet incursionan en repertorios contemporáneos, que es más interesante para la audiencia, una que normalmente no asiste o le gusta el ballet. Ahora hay más opciones, más cosas que ver.
¿Suele bailar en sus propias coreografías y espectáculos?
En mi compañía los bailarines practican la danza contemporánea y el hip hop. Es necesario que todos los bailarines tengan una fuerte técnica de ballet, la línea técnica es muy importante para mí. Actuamos en piezas como la más reciente “An uncomfortable truth” sobre 7 mujeres que investigan sus relaciones con sus madres, que nos han trasladado por ahora a Tampa y Miami, esperando llevar la obra fuera de los Estados Unidos.
¿Hay algún grupo de edad al que le resulte más difícil enseñar?
Para mí no es cuestión de la edad, lo que me molesta al enseñar es que un bailarín quiere hacer de esto un hobby. Si tu corazón no está en ello y no quieres hacerlo profesionalmente, me será más difícil enseñar a ese estudiante. No saben por qué están ahí y no sé por qué les enseño. Trato de entrar al estudio y, simplemente, asumo que en realidad quiere hacer esto de por vida y esa es la manera más fácil para mí de hacer que se adapte al estudio.
¿Cómo valora la enseñanza?
Amo enseñar, en serio, lo amo. Sea que se lleven experiencias de vida o la técnica en sí misma, al dejar la habitación. Creo que he hecho un buen trabajo con mis estudiantes si les he dado algo que puedan usar en la vida. Es importante para mí, mis estudiantes son mis hijos, no termina en la clase, hay mucho que pasa afuera de la danza que a veces, bueno siempre, los afecta. Y no se puede solo enseñarles en clase, sabe hay que ayudarlos así vengan de hogares disfuncionales o de malas situaciones familiares. Hay muchas cosas que suceden y sé que mi responsabilidad es ser un mentor más allá de lo que les enseño a nivel físico.
Dijo que siempre quiso bailar, pero ¿qué siente por la danza?
Para mí la danza es verdaderamente la razón por la que me levanto cada mañana. Me ha dado balance, me hace feliz y no puedo imaginarme haciendo otra cosa. Trabajar tras un escritorio no es para mí, lo supe a una edad muy temprana porque mi padre era abogado y solía acompañarlo a la oficina y no pude soportarlo, así que supe que necesitaba estar en escena y siempre he necesitado estar moviéndome.
¿Es más difícil practicar la danza contemporánea o el hip hop?
Ambos requieren el mismo esfuerzo o técnica, ninguno es más fácil que el otro. No creo que ningún género de la danza sea más difícil que otro, hay tanta técnica involucrada en cada estilo de la danza y es importante que se honre la técnica y continúe trabajando en su oficio. Aunque uno sea profesional o esté en un nivel de maestro se debe seguir trabajando en el oficio o de lo contrario no se podrá desarrollar con su arte.
¿Tiene usted algún mentor?
Hay un coreógrafo, Michael Foley, que enseña en la Universidad del Sur de la Florida y ha sido una enorme ayuda e inspiración para mí en cuanto a trabajar coreográficamente y también en capacitarme sobre cómo enseñar. Es uno de los más fenomenales profesores que conozco.
¿Cuántos años estudió danza?
Aún lo hago. Tomo clases de ballet y debo mantener mi cuerpo en forma: el estudio nunca termina.