Japón, en alerta para evitar tragedia nuclear
El terremoto y tsunami que azotaron el viernes a la costa noreste de Japón y que el Gobierno calificó como el “peor desastre desde la Segunda Guerra Mundial” (1939-1945) dejan, hasta el momento, 1.353 muertos, aunque se teme que la cifra aumente a 10.000 en las principales provincias afectadas: Miyagi, Iwate y Fukushima.
Así, mientras el país nipón cuenta a sus muertos y duplica de 50.000 a 100.000 el número de soldados que participan en la enorme operación de rescate en las zonas siniestradas, otra planta nuclear tiene problemas.
Las autoridades japonesas declararon en emergencia nuclear a una segunda planta, la de Onagawa - la primera fue la de Fukushima- debido al elevado nivel de radiactividad, comunicó ayer el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Japón informó al organismo que la operadora de la central nuclear de Onagawa, Tohoku Electric Power Company, ha fijado el nivel de alerta en uno, el más bajo de la escala (ver cuadro), tras el devastador terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, reconoció ayer que la situación en la planta nuclear de Fukushima I (a 250 km al noreste de Tokio) sigue siendo grave. Horas antes, el gobierno admitió que pudo haberse desencadenado un proceso de fusión de los núcleos de los reactores 1 y 3 de la central Fukushima I.
La fusión se produce a causa del recalentamiento de las barras de combustible, que empiezan a derretirse como una vela. En el reactor número 1, el sábado se produjo una explosión que mató a un técnico e hirió a 11. Lo más importante, mientras intentan enfriarlo, es que el contenedor esté en buenas condiciones para evitar una fuga de radiactividad como sucedió en Chernóbil en 1986.
Tanto en esa central como en Fukushima II (conocida como Daini), con otros tres reactores afectados aunque en principio menos, se han tenido que hacer vertidos controlados de gases, que llevan partículas radiactivas, para aliviar la presión que soportan las estructuras.
Naciones Unidas anunció ayer desde Ginebra (Suiza) que 590.000 personas fueron evacuadas de la zona del desastre, incluidas 210.000 que viven cerca de las plantas nucleares de Fukushima.
Una central nuclear más, la de Tokai, sufrió una avería en su sistema de refrigeración, pero las bombas de agua auxiliares funcionaban y seguían enfriando el reactor, informó el portavoz Masao Nakano.
“Nuestra bomba de agua de mar, que funciona con un generador diésel, se paró a causa del tsunami y entonces detuvimos manualmente uno de los sistemas de enfriamiento”, añadió.
Mientras tanto, los expertos alertaron ayer que el noreste del país sufrirá réplicas durante una semana y que hay un 70% de posibilidades de que alguna de ellas supere antes del miércoles los 7 grados de magnitud en la escala de Richter.