Nueve juntas receptoras del voto fueron instaladas ayer en los patios del Centro de Rehabilitación Social de Varones, y una en la cárcel de mujeres, para las 3.118 personas privadas de la libertad que estaban aptas para sufragar en Guayaquil.

En este recinto penitenciario estaban registrados 4.583 internos que podían cumplir con este derecho, de acuerdo con el padrón del CNE; pero las autoridades de este organismo aclararon que como el registro se cerró en septiembre del año pasado, el número varió porque algunos cumplieron su sentencia y otros que estaban bajo proceso ya fueron sentenciados, con lo que perdieron los derechos políticos.

Este recinto carcelario es el que alberga la mayor cantidad de internos en el país que estaban aptos para votar; le sigue Quito, con 1.203 individuos.

A la inauguración asistieron la presidenta de la Junta Provincial Electoral de Guayas, Mayra Gallegos; la subsecretaria de Rehabilitación Social, Cecilia Ortiz; el director de la Penitenciaría del Litoral, Héctor Reyna, entre otros funcionarios.

Una vez dispuestas las mesas, se instalaron los presidentes y vocales. Treinta minutos después salieron de sus celdas y pabellones los internos que se encontraban aptos para cumplir con el sufragio, es decir, aquellos que estaban procesados, constaban en los padrones y tenían sus cédulas de identidad.

Reyna manifestó que todos aquellos que ya recibieron sentencia no podían votar porque perdieron sus derechos de ciudadanía. Respecto a quienes están en la cárcel de máxima seguridad (“La Roca”), sostuvo que todos allí están sentenciados, por lo tanto no podían sufragar.

De todas formas, Gallegos aclaró que el voto de los internos era obligatorio y una vez cerrado el proceso las urnas serían selladas y enviadas a la delegación provincial para abrirse recién mañana, a las 17:00, luego de que concluyan las votaciones en todo el país.
Para la conformación de las juntas escogieron a 30 personas, de las cuales 18 fueron presidentes y secretarios de mesas, que una vez instaladas comenzaron a recibir a los internos.

Las personas privadas de la libertad salieron formadas en filas de veinte. Primero acudieron a retirar sus cédulas de identidad y luego se acercaron a las mesas, en orden alfabético, para ejercer su derecho al voto.

Una vez que cumplían con el proceso, nuevamente eran conducidas por los guías penitenciarios a sus respectivos pabellones, y de inmediato salía otro grupo.

Entre los que acudieron a votar estaba el ex gobernador de Manabí, César Fernández, encarcelado por segunda ocasión  por presunto tráfico de drogas. Él fue uno de los primeros en depositar su voto.

Cecilia Ortiz, subsecretaria de Rehabilitación Social, reiteró que el sufragio de este colectivo era obligatorio, por lo que esperaba que el proceso concluya sin novedades a las  14:00.