Insulto “indio vendido” causa inconformidad en indígenas
El insulto que profirió la asambleísta Lourdes Tibán a su colega oficialista, Pedro de la Cruz, ha despertado críticas al interior del movimiento indígena, al que pertenecen ambos dirigentes.
Tibán llamó a De la Cruz “indio vendido, peón de Correa” el lunes 13 de junio cuando se suspendió la audiencia de juzgamiento contra el coronel Rolando Tapia, acusado de participar en el 30-S.
Para el dirigente indígena Mariano Morocho, los insultos entre los dos asambleístas se debe a que no han podido articular propuestas para el movimiento y su trabajo es individual e invisible para este sector.
Diego Velasco, antropólogo y experto en semiótica andina, afirma que es una cuestión personal y una forma de exteriorizar la ira porque se intenta dividir a la organización, pero esto no justifica el comportamiento poco evidenciado en los líderes indígenas.
Según Manuel Aynaguano, dirigente de Tungurahua, la posición de las bases está en que se demuestren propuestas que dignifiquen a todos y no una réplica de las mismas imprudencias de otros sectores.
Velasco explica la mala comprensión seudorracista, de “indio”, que significa “en Dios”, pero se mal utiliza porque se desconoce el verdadero significado.
Y agrega que lo indio e indígena es visto como peyorativo, sin entender su fondo y comprensión de los términos que se usan para demostrar su inconformidad en asuntos políticos.
A los pueblos y nacionalidades les preocupa que se generalice una práctica individual con todos los grupos, ya que el incidente es parte de una pugna y rivalidad política por las diferencias que existen entre los dos sectores de oposición y a favor del régimen.
Morocho manifiesta que el problema va más allá de los insultos entre dos legisladores indígenas, ya que el problema central está en que ninguno ha podido articular propuestas del movimiento indígena de manera conjunta, con miras a defender los intereses de las comunidades.
Cada uno mira las cosas de forma diferente y no se observa que trabajen por los pueblos que los eligieron, afirma Santiago Naula, comunicador de Cotopaxi.