El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) informó que desde el 4 de febrero se implementará un puente aéreo, con el fin de mantener el abastecimiento regular de productos perecibles y no perecibles desde Latacunga y Guayaquil hacia las islas Galápagos.

Las autoridades provinciales, María Isabel Salvador y Jorge Torres, confirmaron que esta semana se realizarán vuelos logísticos con productos para 3 islas. Los comerciantes deben coordinar con las jefaturas políticas de esos cantones.

Según el boletín, este martes habrá un vuelo logístico a la isla Isabela, con capacidad de 10.500 libras; y Baltra con capacidad de 20 toneladas.

 Para el miércoles está programado un vuelo a las 05:00 desde Latacunga hasta Guayaquil, donde se abastecerá de más productos y luego a San Cristóbal. Se tiene previsto llegue al archipiélago a las 08:30 (hora local).

El gobernador Jorge Torres indicó que en coordinación con las demás autoridades definirán una programación de vuelos hasta que ingrese el nuevo barco que está adquiriendo el Estado.

Compañía duena de aseguradora deberá responder a comerciantes

Desde las 18:00 del sábado 31 de enero están suspendidas las operaciones de desembarque de carga del buque Floreana, que se varó el 28 de enero en la rada frente a la isla San Cristóbal.

Esta acción se efectúo luego de que la compañía T&T Marine Salvage, contratada por el armador del buque siniestrado, iniciara el operativo de salvataje. "Por razones de seguridad no se retirará por el momento ningún tipo de carga, pues se realizan maniobras de equilibrio del peso de la embarcación para su posterior reflotamiento", indicó el COE Galápagos.

Una vez que, desde el viernes 30 de enero el armador del buque suscribiera el contrato con la compañía aseguradora, ésta asume de inmediato el operativo de salvataje del buque para su posterior hundimiento fuera de la reserva marina, lo que incluye el retiro de la carga que aún queda en el navío, sin afectar a los ecosistemas marinos.

Según información del administrador del buque, son 800 las toneladas de carga que aún quedan en el navío, entre cemento, cervezas, hierro y productos  perecibles. En este sentido, el COE resolvió que la compañía armadora deberá informar de manera clara y directa a los comerciantes afectados por el siniestro del navío y que su aseguradora cubrirá los costos por las pérdidas ocasionadas.