Imbabura iniciará en octubre reforestación de zonas incendiadas
La reforestación de 600 hectáreas que fueron consumidas por las llamas durante los tres meses de verano en Imbabura se iniciará en octubre, según informó Segundo Fuentes, director provincial del Ministerio del Ambiente. “En una primera fase sembraremos 300 mil plantas endémicas y árboles en las áreas más afectadas, como la Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas”, manifestó.
Por su parte, el prefecto Diego García aseguró que, además del proceso de reforestación del Ministerio del Ambiente, la prefectura también sembrará 100 mil plantas y árboles; lo hará con la ayuda del Grupo de Caballería Nº 36 Yaguachi y varias instituciones educativas.
Según la dirección provincial de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, en lo que va de 2012, el fuego ha consumido 5.636,68 hectáreas en la zona. Solo desde el 13 de septiembre, fecha en la que se decretó la alerta naranja en ocho provincias, hasta el 23 del mismo mes se quemaron 4.264,65 hectáreas de pajonales, vegetación seca y bosques. Ibarra fue uno de los cantones más afectados por los incendios, en donde se registraron más de 1.100 alertas por incendios durante 3 meses, según Jimmy Marcillo, vocero del Cuerpo de Bomberos.
Pero la afectación más grave fue la incineración de al menos 300 hectáreas de la Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas, que tiene una extensión de 243.638 hectáreas. El 60% de este territorio está cubierto de bosques primarios, donde no ha habido intervención del hombre.
Al respecto, Fuentes comentó que gran parte de la zona afectada en la reserva es de bosque primario y pajonales. “Es un gran daño ambiental que solo se podrá recuperar completamente dentro de 20 o 30 años, cuando los árboles y vegetación alcancen la madurez biológica”, afirmó.
Y a pesar de que las llamas se apagaron con la llegada de las primeras lluvias, Diego García comentó que los efectos de los incendios se seguirán sintiendo durante el invierno. “Con los bosques destruidos y los ecosistemas alterados, los fenómenos como deslaves, aluviones e inundaciones serán más recurrentes por la erosión de la tierra”, aseveró el funcionario.
Al respecto, Segundo Fuentes explicó que debido a los incendios, la capa fértil de la tierra se destruye; los microtubos por donde el agua lluvia se transporta subterráneamente para luego formar las vertientes de agua, se taponan. Y añadió que ese fue el fenómeno que originó un aluvión en el cerro Imbabura, que dejó como saldo 3 personas fallecidas en 2011.
Escasez de agua en Cotacachi
Los habitantes de Cotacachi (Imbabura) se quejan de los cortes y racionamientos del agua potable. La causa principal de este hecho es la persistencia del verano, que ha disminuido considerablemente los caudales. Las autoridades atribuyen el problema a un déficit de más de 1.000 metros cúbicos diarios.
Según datos del municipio imbabureño, la vertiente La Marquesa recibe actualmente 2.946 metros cúbicos diarios, menos de lo que exige la demanda poblacional. Por ello, las válvulas de abastecimiento son cerradas en las tardes y las noches para lograr que los tanques que proveen de agua a la ciudad se llenen.
Comunidades serán parte de remediación en Chimborazo
Los incendios forestales ocurridos durante este verano han afectado a unas 7.000 hectáreas en la provincia de Chimborazo, según informe preliminar de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).
Pero, mientras se espera por el cese definitivo de los flagelos, ya se piensa en las medidas de remediación de las áreas destruidas; y la Dirección Provincial del Ministerio del Ambiente (MAE) estará a cargo de la restauración ecológica de estos sectores.
“En Chimborazo se han perdido hectáreas de bosque primario, lo que es el caso de Pallatanga, y grandes zonas de pajonales, pinos y eucaliptos en Colta”, indicó Magaly Oviedo, directora provincial del MAE.
En estas zonas se aplicará el Plan Nacional de reforestación que lleva adelante el Ministerio y además se trabajará con las comunidades que fueron afectadas y demás organismos del Comité de Operaciones de Emergencias (COE), para iniciar las tareas de recuperación de fauna y flora.
También se ha emitido una alerta a las comunidades cercanas a los flagelos para que reporten la presencia de animales que huyeron de las llamas.