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El Telégrafo

Hotel exclusivo opera en plena selva y sin permisos

Hotel exclusivo opera en plena selva y sin permisos
23 de octubre de 2012 - 00:00

En plena Área Protegida Municipal de Mashpi, al noroccidente de la provincia de Pichincha, se edificó un hotel de lujo sin contar con la Licencia de Construcción y el Registro de Planos Arquitectónicos, afectando la biodiversidad del bosque primario de la zona, una de las más ricas del mundo. Ahora, las autoridades analizan sancionar a los representantes de las empresas que financiaron el proyecto, entre los cuales está un ex alcalde de Quito.

Dentro del Área Protegida se ubican dos lotes que conforman el Bosque Protector Privado Mashpi (BPPM), propiedad de dos compañías: el 50% de Inmobiliaria Invernal II S.A. y el 50% de Habitat Cía. Ltda. Ésta última que tiene como gerente a Roque Sevilla, ex burgomaestre de la capital, quien se autodefine como un “apasionado ambientalista”.

Dichas compañías, actualmente tramitan la fusión de esos lotes para el incremento de capital de la empresa denominada Reserva Mashpi S.A. (RMSA), con el objetivo de consolidar un cuerpo cierto de aproximadamente 1.200 hectáreas. Así consta en documentos que reposan en la Notaría 28 del Cantón Quito.

Con el aumento de capital, -al consolidar los dos lotes en un solo cuerpo cierto-, la Reserva Mashpi S.A. lograría que el acceso interno hacia el Bosque Protector quede liberado, a su vez, de cumplir con lo que estipula una Ordenanza Municipal, para que no puedan circular toda clase de personas y se vea afectada la privacidad de los turistas extranjeros que llegan al hotel.

El pasado 5 de octubre la Comisaría de la Administración Zonal La Delicia del Distrito Metropolitano de Quito, avocó conocimiento de esta causa, que además de no contar con los permisos correspondientes, afecta parte del bosque nuboso y húmedo tropical, que en su mayoría es primario. Juliana Tamayo Cordero, comisaria metropolitana de Construcciones, amparándose en los artículos 395 y 401 del Código Orgánico de Organización Territorial y Descentralización (Cootad), dispuso notificar a los implicados e investigar.

De la supuesta irregularidad da fe el Informe Técnico número 710-CCED-UR-2012, del 12 de junio pasado, elaborado por el arquitecto Manuel Mariño, jefe de la Unidad de Control de la Ciudad. El chileno José Antonio Domingo de la Cerda Álamos, gerente general de la Reserva Mashpi S.A. y de Inmobiliaria Invernal, justifica la construcción pese a que, asimismo, en el Informe de Regulación Metropolitana consta que el uso principal y ocupación del suelo está bajo protección ecológica, por ser justamente área natural (ver facsímil).

El Informe Técnico señala que dentro del Bosque Protector se constató la existencia del Hotel Mashpi Lodge, a 113 kilómetros de Quito, al norte de la parroquia Nanegalito, en la vía Gualea-Pacto, en la provincia de Pichincha. Allí está  levantada una edificación de tres pisos, con capacidad para 44 plazas de hospedaje, que en un área de 3.000 m2 pasó a reemplazar al bosque primario, ya que se empleó una estructura y cubierta de hormigón armado, en donde predomina la estructura de hierro, losas prefabricadas de hormigón y cimientos con pilotes metálicos.

El proyecto, ejecutado por el arquitecto Alfredo Rivadeneira, ya está concluido y dispone de agua potable, energía eléctrica generada a través de una planta propia, áreas de esparcimiento y un teleférico que circunda alrededor de 2 kilómetros, para recreación exclusiva de turistas extranjeros, quienes son enganchados por operadoras internacionales y por medio de publicidad en internet (ver captura de la web).

Pese a la afectación y a no contar con todos los permisos, De la Cerda y Sevilla aseguran que Mashpi ha sido considerado por el Ministerio de Turismo como un gran aporte a la promoción del país y que, por eso, empieza a ser visto como un ejemplo del manejo adecuado de un recurso natural invalorable. Además, se publicita que el hotel ha recibido el premio de Wallpaper, de parte de la revista más importante del mundo en diseño, a la vez que ha sido  promocionada en artículos en el New York Times y en otras revistas.

Normativa violentada y autoridad ignorada

La edificación de esa obra encajaría dentro de la disposición E relacionada con infracciones y sanciones administrativas en materia de Habitación y Edificación, así como el numeral 1, literal a, de la Ordenanza N° 172 referente al Régimen Administrativo del Suelo en el Distrito Metropolitano.

Además, no se tomó  en cuenta que entre las funciones del Distrito Metropolitano en materia de planeamiento, urbanismo, obras públicas y construcciones, el Código Orgánico de Ordenamiento Territorial Autonomía y Descentralización (COOTAD) le faculta a: Conceder licencias para parcelaciones y reestructuraciones parcelarias; elaborar proyectos de urbanización y aprobar los que se presenten, que no podrán ejecutarse sin dicha aprobación; Velar porque las disposiciones del Concejo y las normas administrativas sobre el uso de la tierra, la ordenación urbanística, obras públicas y construcciones en el territorio del cantón, tengan cumplida y oportuna ejecución; y aprobar los planos de toda clase de construcciones, las que, sin este requisito, no podrán llevarse a cabo.

Para regular estas funciones, la administración metropolitana ha desarrollado un cuerpo normativo concebido para el desarrollo, el ordenamiento y el control del territorio. Esos instrumentos son: el Plan Metropolitano de Ordenamiento Territorial (PMOT), el Anexo 11 del PUOS de la Ordenanza N° 171 y Régimen Administrativo del Suelo en el Distrito Metropolitano de Quito Ordenanza N° 172 y Anexo Único de las Reglas Técnicas de Arquitectura y Urbanismo, que se complementan con el Código de la Construcción, Ley de Defensa contra Incendios y el Reglamento de Prevención de Incendios y las Regulaciones Ambientales. Esto, según consta en http://www.quito.gob.ec.

Por no tomarse en cuenta la normativa, la Comisaría de Construcciones de la Administración Zonal La Delicia, el pasado 8 de octubre notificó a José Antonio de la Cerda, gerente general de “Mashpi Lodge” . El objetivo es que el representante legal de esa empresa, en el término de 5 días hábiles (plazo que venció el 15 de octubre pasado), justifique por escrito los hechos que se le imputan, tras lo cual se abrió la causa a prueba por el plazo de 10 días (continuos), después de los cuales la autoridad emitirá una resolución.

Sin embargo, pese a que la obra ya está consumada, De la Cerda le dijo a Boris Vizuete, coordinador de la Delegación Noroccidental, que la empresa que representa está realizando los trámites legales para regularizar la situación de la construcción, así como para gestionar los documentos que al momento no disponen. Esto, según consta en el Memorando No. 138-DLNQ de la Administración Zonal La Delicia.

En cuanto al área en donde hoy se asienta el hotel, los inversionistas justifican ante las autoridades municipales diciendo que el lugar escogido para la construcción fue el mismo en que hace 20 años fue talado el bosque por una empresa maderera que entró a ese sitio e instaló un pequeño aserradero. “Nuestra intención era no talar un solo árbol y localizar la facilidad turística en el único lugar despejado del bosque, que es una cuchilla que une dos montañas y tiene por bordes dos hondonadas... Este es el lugar en donde antes de la compra de los lotes por nuestra parte, operó el aserradero de la Maderera Lamagusa, donde ya no habían árboles, por lo cual se llevó adelante la construcción sin afectación forestal”, aducen.

Aseguran que observaron la normativa pertinente en relación a la no afectación ambiental, pero admiten que se introdujo materiales ajenos al bosque protegido: las vigas y columnas de metal y las paredes de material modular fueron construidos en Quito y fueron terminados en el sitio donde hoy se asienta el hotel, pero “con el menor impacto ambiental y mínima basura”.

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