Florencio Compte: “Hay intervenciones que son reversibles”
Florencio Compte, director de la carrera de Arquitectura de la Universidad Católica de Guayaquil, dirigió la investigación de las edificaciones existentes en el área central de Guayaquil. Inventario que sirve actualmente como sustento argumentativo para declarar como patrimonio a la ciudad. Incluye descripciones, análisis técnico de sus características y un sistema de clasificación.
¿Cómo se vinculó a esta investigación?
En la Bienal de Arquitectura de Quito fui invitado a dar una conferencia en noviembre del 2008.
Ahí hablé sobre la arquitectura moderna de Guayaquil y el patrimonio arquitectónico. Era la primera vez que en Quito alguien iba a dialogar sobre el patrimonio arquitectónico de Guayaquil.
Después se contactaron conmigo funcionarios del Ministerio de Patrimonio Cultural, a quienes les pareció interesante el tema, y me pidieron que amplíe la investigación que se había hecho en la Universidad Católica.
Esta investigación inicial, ¿de cuándo data y con qué datos se amplió?
Esta investigación corresponde al primer inventario que se hace de la arquitectura entre el año 1986 y 1987. Ese inventario llegó hasta 1950. La idea era ampliar la investigación hasta mediados de 1970. Tomando como antecendentes varias investigaciones hechas aquí y otras tesis de grado.
Por lo limitado del tiempo y de los recursos se estableció un límite al área que se iba a trabajar. Donde se tenía como límites, por el Norte la calle Julián Coronel, por el Sur El Oro, por el Este, el rio y por el Oeste, Lizardo García y luego yo les propuse hacer investigación sobre dos barrios que están íntimamente vinculados al área central.
¿Ahí se incluyen a los barrios de El Salado y Orellana?
Sí, lo único que los separa del área central es la avenida 9 de Octubre.
El barrio del Salado crece por distintas etapas, con algún tipo de planificación previa y se consolida como un barrio de clase media, que se ubica alrededor de la construcción del colegio Vicente Rocafuerte, que se inicia en 1935. Y por otro lado, el barrio Orellana, dirigido a la clase media y cercano al centro.
¿De qué otros barrios con valor patrimonial la Facultad de Arquitectura ha levantado información?
Sobre Urdesa, hay una tesis de grado. Se revisó toda la evolución arquitectónica y se hizo un fichaje de 400 casas. Pero hay barrios de los que no se han hecho investigaciones completas. Uno de estos casos es el barrio de El Centenario.
¿Por qué un bien debe tener 30 años para ser considerado patrimonial?
Eso de los 30 años está referido a la actual Ley de Patrimonio Cultural y su reglamento. Se refiere en general a bienes y objetos. Son parámetros que orientan, pero no deben ser excluyentes.
¿Qué otras características del bien se deben tener en cuenta?
La valoración puede estar en las características en cuanto a su contexto urbano, significación, su valor histórico.
Si se tratase de un edificio reciente, con un mural inseparable realizado por un gran artista plástico, sería suficiente para que sea declarado patrimonio, aunque no tenga los 30 años de antigüedad.
¿El que alguien altere la fachada de un edificio puede incidir en que sea declarado patrimonio?
El edificio es un todo. Lamentablemente, ha habido intervenciones drásticas que alteran radicalmente las características del edificio y son irreversibles, como en el caso del edificio Inca (diagonal al consulado de Estados Unidos).
Construido en 1950, aquél es el edificio de arquitectura racionalista más importante de Guayaquil, con una intervención terrible. Hay otras edificaciones con intervenciones muy malas, pero reversibles, como el caso de la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas.
¿Qué paso con ese edificio?
Se le alteró lo más importante, todo el conjunto de quiebra soles que tenía en la fachada. Esa era una fachada pensada con un sistema para defenderse del cambio climático, y lo que hicieron fue superponer un muro cortina de vidrio, alteraron el lenguaje.
¿Cómo podemos definir a grandes rasgos el neoclacisismo como categoría conceptual de la primera etapa de la arquitectura moderna de Guayaquil?
Está vinculado al trabajo con piedra. Empieza con la construcción del Mercado Central (1916) y termina en el año 1929 con la inauguración del Palacio Municipal.
Rompía con la tradición de la arquitectura de Guayaquil, vinculada con las características climáticas con galerías frontales, chazas, patios interiores, cielos rasos altos.
¿Y la arquitectura moderna?
La arquitectura moderna rompe con esta tradición y hace una arquitectura vinculada al racionalismo, despojada de ornamentos.
Trae un nuevo lenguaje arquitectónico, con elementos como el hormigón armado. A mediados de los 40 entra con mucha fuerza la arquitectura moderna, con ecuatorianos graduados en el exterior y extranjeros que llegan. En la moderna entra el art deco, el racionalismo. Categorías que abarcan la arquitectura moderna.