Fiscal delimita lotes en los que se realizarán exhumaciones
El fiscal Jorge Cano realizó ayer la primera diligencia en la reactivación de las investigaciones del caso Restrepo con el reconocimiento del cementerio de El Batán, al norte de la capital de la República, en donde presumiblemente estarían enterrados los restos de los hermanos Andrés y Santiago Restrepo, según las nuevas versiones de ex policías vinculados al hecho.
Miembros del Departamento de Criminalística, Policía Judicial, Fiscalía y Funeraria Nacional establecieron un área de 87 por 300 metros, que comprende el bloque de servicio de beneficencia, ubicado frente al bloque 14 en la entrada posterior, en donde desde 1984 se enterraba a personas sin identificación, mendigos y fetos que provenían de la maternidad Isidro Ayora.
Dentro de una extensión de 23 hectáreas -cubiertas en su totalidad por césped- los lotes 589, 684 y 84, de 20 metros cada uno, fueron marcados por agentes de criminalística. Según información proporcionada por la administración del cementerio, en estos sectores se encuentran los restos de personas enterradas entre 1988 y 1989.
Un trabajador del lugar, Jorge Chiliquinga, dijo que en ese período la Policía llevaba cadáveres sin previo aviso y para enterrarlos solo se requería el acta de defunción.
Chiliquinga agregó que en el sitio se cavaban tumbas de 1 metro de largo por 1,80 metros de profundidad y que al principio se colocaron placas en cada fosa, pero después de un tiempo fueron retiradas.
El fiscal Cano explicó que, en un plazo de ocho días, el departamento de Criminalística deberá entregar un primer informe acerca del estudio del lugar y de la revisión de los archivos del cementerio, entregados en cadena de custodia, horas antes del reconocimiento del sitio.
El perito Carlos Echeverría explicó que, según la información obtenida, los cadáveres eran sepultados sin definir ningún tipo de información o característica, como edad o sexo.
“Lo que se está haciendo es una investigación técnica, científica y judicial del delito”, dijo Echeverría durante el recorrido de la zona.
Christian Bahamonde, representante de la Comisión de la Verdad, estuvo presente en el lugar y señaló que se contrastarán las versiones de los implicados, con el objetivo de desvirtuar o afirmar las aseveraciones del ex policía Salomón Castillo, en 2008.
El funcionario indicó que se deberá comprobar si entre los cadáveres enviados hasta el cementerio de El Batán -por orden de la Comandancia General de la Policía en agosto de 1988- está, al menos, el del mayor de los hermanos Restrepo, ya que no hay nuevas versiones de lo que sucedió con su hermano Andrés.
Peritos encargados de la investigación afirmaron que se necesitará la intervención de antropólogos forenses que ayuden a identificar los restos que se encuentren en el cementerio de El Batán.
Desde las 09:00, José Moreno y José Logacho, abogados de los ex policías Fraga, Medrano y Gudiño, que formaron parte del Sistema de Investigación Criminal (SIC), se enfrentaron al ex policía Camilo Badillo, pues cada parte afirmaba tener la documentación con la que comprobaban que aquel fin de semana de 1988 no laboraron o estuvieron asignados a otras actividades.
Badillo, quien fue sentenciado a 16 años de prisión por estar supuestamente vinculado a la desaparición de los Restrepo, afirmó: “En la morgue, el libro de ingreso de los decesos de esa fecha (enero 1988) desapareció, al igual que el parte elaborado por el SIC 9 (patrullero) y levantado presumiblemente por Doris Morán”.