Académicos, expertos y funcionarios  coincidieron ayer al exhortar a un proceso de integración   de América Latina, que deje de lado el neoliberalismo y se enfoque en un modelo de desarrollo para  el Buen Vivir. Ellos participaron  en un seminario internacional en el que se discutió sobre los desafíos de la región.

“Este encuentro está enfocado a fortalecer los diálogos sobre la integración de Latinoamérica”, dijo el canciller Ricardo Patiño, al inaugurar el taller en Guayaquil. 

El seminario “Los desafíos de la integración de América Latina y el Caribe”, que se celebró en la Casona Universitaria, fue organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración, la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, (Senplades) y el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN).

El coordinador para América Latina del Observatorio Internacional de la Deuda (OID), Jorge Marchini, señaló que la región “tiene buenas condiciones para plantear la integración” y que se encuentra en un punto de  partida bueno.

Marchini, profesor titular de Economía de la Universidad de Buenos Aires, resaltó que existe un espíritu de cambio en América Latina que avanza en pro de esa integración, pero exhortó a los gobernantes y a la sociedad en general a pasar de la enunciación a la acción.

El catedrático mencionó que la integración es la única ruta que llevará a los habitantes de la región al desarrollo económico, político y social, y que para ello se debe fortalecer la industria nacional. 

“No podemos crecer como sociedades si solo vendemos bananos o camarones, también tenemos que hacer valores agregados,   los productos que se requieran y que tengamos potencialidad para hacerlos”, agregó el catedrático.
Para el chileno Luis Tricot,  director  del Centro de Estudios de América Latina y el Caribe,  la integración de la región tiene que estar vinculada a un modelo de desarrollo para el Buen Vivir. 

A criterio de Tricot “en esta misma sociedad y con este mismo modelo neoliberal es imposible que se solucionen los  problemas económicos y sociales que se viven en la región.

“La única posibilidad de sobrevivir es el cambio a un  modelo de desarrollo para el Buen Vivir, que no sirva para lucrar, ni para competir con el otro, sino que respete a los seres humanos, a la sociedad, a la naturaleza”, enfatizó.

El docente de la Universidad Viña del Mar (Chile) estimó que en este cambio podrían avanzar fácilmente los gobiernos  de izquierda como Ecuador, Venezuela y Bolivia, que tienen modelos de gobiernos socialistas, hasta extenderlos a toda la región.

El analista político libanés Khatchik Derghoukassian consideró que  para poder plasmar un cambio en la región latinoamericana es necesario concebir  la integración como un conjunto de naciones. Además  cree que se están dando pasos importantes en este proceso.