Ex empleados de Álamos denuncian hostigamiento
Un grupo de 51 ex trabajadores de la hacienda Los Álamos, del Grupo Exportadora Bananera Noboa, exige ser reintegrado a sus puestos de trabajo. Ellos denuncian haber sido objeto de maltrato laboral y despidos “injustificados” por exigir el pago de utilidades desde 2005 y otros beneficios.
La hacienda, propiedad del ex candidato presidencial Álvaro Noboa Pontón, está ubicada cerca de Naranjal, en la provincia de Guayas, tiene una extensión de 1.200 hectáreas y trabajan aproximadamente 1.200 personas, explicaron los denunciantes.
Según los trabajadores, la empresa comenzó a despedirlos en febrero pasado, luego de que constituyeron el Sindicato de Trabajadores de Industrial Bananera Noboa Los Álamos, con el fin de buscar mejores condiciones laborales. La organización depende todavía del Ministerio de Trabajo y Relaciones Laborales para obtener la personería jurídica.
Primero despidieron a ocho miembros de la dirigencia sindical que presentaron un pliego de peticiones para mejorar las condiciones de los trabajadores en la hacienda, explicó el secretario provisional del sindicato, Daniel Bazurto.
Posteriormente, se creó una dirigencia provisional que presentó un nuevo petitorio exigiendo el pago de utilidades desde 2005, lo que originó que 43 empleados más sean despedidos, el pasado 19 de febrero.
Bazurto aseguró que al interior de la hacienda se “hostiga a los trabajadores con amenazas de despidos y se los obliga a firmar un documento renunciando a la organización sindical”.
El dirigente también mencionó que las condiciones en las que trabajan los empleados son “inhumanas” y que están sometidos a una constante “explotación laboral”, ya que sus derechos establecidos en la ley no son reconocidos.
“Cada hombre hace el trabajo de cuatro personas, pero no tienen ninguna consideración con nosotros, por ejemplo, cuando estamos comiendo las avionetas fumigan las plantaciones y saben que son sustancias tóxicas dañinas para la salud”, comentó Bazurto.
Stalin Cedeño, quien fue despedido tras haber laborado más de 20 años en la hacienda, coincidió con Bazurto. El obrero mencionó que el trabajo es arduo, se extiende hasta doce horas diarias, pero solo reciben como pago el salario básico y no reconocen las horas extras.
Cedeño también se quejó de la comida. “Nos sirven poco y el trabajo es forzado”, agregó.
Los empleados exigen ser reintegrados a sus puestos de trabajo y que se acepte el pliego de peticiones en el que se pide el pago de los correspondientes beneficios de ley, caso contrario advierten que realizarán una huelga.
Ángel Rivero, secretario de la Federación Nacional de Trabajadores Agroindustriales Campesinos e Indígenas Libres del Ecuador (Fenacle), organización que respalda a los empleados de Los Álamos, indicó que están buscando los mecanismos legales para reincorporar a los trabajadores que han sido despedidos.
“Hemos realizado la denuncia ante los organismos competentes y estamos organizando asambleas informativas para evitar que los compañeros decaigan”, mencionó Rivero.
El secretario de la Fenacle dijo que “no es la primera vez que el Grupo Noboa actúa con prepotencia contra sus empleados”.
Recordó que en 2002, un grupo de empleados de Los Álamos fue reprimido y desalojado con violencia por realizar una huelga en reclamo al despido de más de 120 compañeros. Entonces recibieron el respaldo de varias organizaciones sindicales y laborales estadounidenses y europeas, pero tres tribunales de conciliación y arbitraje rechazaron las demandas presentadas por los trabajadores agrícolas.
Por su parte, Víctor Freire, abogado de la Fenacle y quien brinda asistencia legal a los trabajadores, destacó que la empresa está obligada a respetar la conformación del sindicato, que ha sido legalmente constituido con 151 firmas, cien más de las requeridas.
También mencionó que la empresa procede de forma irregular, ya que aún no cancela las liquidaciones a los empleados que fueron despedidos de forma intempestiva.