En un recorrido por diferentes puntos de Quito y otras ciudades del país, los canillitas cuentan una realidad diferente a la expuesta por el rotativo quiteño El Comercio.

Laura, quien tiene un puesto en la avenida  10 de Agosto, cuenta que en general los diarios que antes eran los más vendidos ahora han reducido sus ventas y ni las promociones les ayudan. Dice que El Comercio recientemente sacó una promoción con relojes, pero confiesa que no le fue muy bien, porque llevó 15 y solo vendió la mitad.

María tiene su puesto de periódicos en la 18 de Septiembre e indica que las ventas de El Comercio le han bajado, antes entregaba 30 ejemplares y ahora solo 20, situación que le preocupa, ya que el porcentaje de ganancia es de solo el 15%.

Beatriz trabaja en el sector de la Mariscal y ella también se queja de que las  ventas de El Comercio  han bajado e incluso cuando tiene promociones. Cuenta que pidió 30 relojes, pero solo vendió 9. “No me gané nada”, dice la mujer.

Bertha, quien vende en la Colón, se queja de que El Comercio, en cuanto a optativos, les haya bajado las utilidades del 20 al 13%; sumado a que los relojes no se venden, la desanima, porque sacó 10 unidades y solo logró vender una; además de que los ejemplares del diario cada día se venden menos.

Doña Laura es otra voceadora que se ubica por la avenida América y resalta que vender todos los medios está complicado, de manera especial El Comercio, que era el que antes le dejaba las ganancias. Cuenta que vendía 40 ejemplares y ahora solo entre 18 y 22. Además, dice que los productos optativos por su excesivo costo salen poco.

En Guayaquil la situación es más dramática para el rotativo capitalino. Giovanna es una vendedora que se ubica en la entrada de la avenida  Las Exclusas, en el sur de la ciudad. Ella manifiesta que El Comercio no llega a ese lugar y “tampoco nadie lo pide”.

Don Santos es otro vendedor en el sur de Guayaquil. Él está en las afueras del Puerto Marítimo y allá tampoco le llega El Comercio, y como tampoco se lo piden, no le interesa tenerlo en su puesto de trabajo.

Más al norte, en la calle García Moreno está Amparo. Vende de igual manera todos los medios, pero entre sus productos no aparece El Comercio, porque simplemente nadie se lo pide.

El Comercio es un diario que se jacta de tener una circulación nacional, pero la realidad dista mucho de lo que dice. En Guayaquil el periódico capitalino se regala en sectores concurridos y por lo general ningún canillita lo vende, porque a nadie le interesa. En el resto del país la situación es la misma.

En Puerto Inca, cantón Naranjal, Jorge Gutama cuenta que vende todos los diarios de circulación nacional, excepto El Comercio. “Nadie nunca me lo ha pedido, así que no lo vendo, ni sé como es es ese periódico”, confiesa. Yudi Rogel vende diarios en la localidad de Camilo Ponce, provicia del Azuay, cuenta que vende todos los periódicos que le llegan, pero no El Comercio, porque no lo llevan a su puesto, por lo que la presencia de este diario es nula.

Antonio Vargas vende diarios en  Babahoyo, Los Ríos, su puesto está en 10 de Agosto y E.loy Alfaro; cuenta que le va bien vendiendo periódicos, pero que de El Comercio solo tiene una muestra que nadie la compra.