En Milagro hay 18 sectores identificados como invasiones que albergan aproximadamente a 3.400 familias, según un censo registrado en 2010.

Así lo informaron ayer la alcaldesa de la urbe, Dennisse Robles, y el titular de la Secretaría de Asentamientos Humanos Irregulares, Julio César Quiñónez.

Esta última entidad interviene desde ayer en el cantón para investigar las nuevas invasiones que existen en dos o tres zonas. “Ya tenemos nombres, pero por la investigación no los podemos revelar”, dijo Quiñónez. Para mitigar el déficit habitacional la alcaldesa trabaja con el Ministerio de Vivienda en una urbanización compuesta de 1.000 casas, en donde se prevé reubicar a las familias que estén asentadas en zonas de riesgo. Además también se están coordinando acciones para expropiar otros terrenos que podrían ser lotizados para construir viviendas de tipo social.

“Si las personas están en zonas no adecuadas no las podemos dejar ahí porque su vida está en riesgo. En época de invierno el agua les llega al cuello, así no se puede vivir”, detalló. Por eso se les dará prioridad y para ello se cruzará información con todas las entidades de manera que se determine quiénes son.

Las autoridades se trasladaron ayer al sector de Margarita 2, en donde están asentadas 660 familias desde hace 10 años. Esta zona se creó porque a unas personas les vendieron terrenos, mientras que otras llegaron, sacaron la maleza y se instalaron. Este último caso es el de Carmen Mora, quien vive en el lugar con su esposo y 3 hijos. Ella espera que su casa sea legalizada y que no la reubiquen. Otro caso es el de Luis Alberto Troya, quien compró su terreno y luego gestionó una casa de Hogar de Cristo, que es donde vive ahora con su familia. Él está dispuesto a la reubicación con tal de vivir mejor.

Alberto Aguirre, presidente del sector, mostró un informe de la Secretaría de Riesgos en donde dice que solo 30 viviendas de ese sector, que están muy cerca del canal, deben ser reubicadas.

Frente a Margarita 2 hay máquinas que limpian los terrenos. Los vecinos informaron que esas tareas son para vender solares. Así lo corroboró Genaro Pesantes, quien se dedicaba a vender las tierras de su jefe, José Dáger. “Los terrenos son de 10x 25 y se los vende en $ 3.000. Esto no es invasión porque es privado”, aclaró.

Verónica Bravo, jefa del departamento de Avalúo y Catastro, explicó que para vender terrenos para una urbanización se debe lotizar y que ningún proyecto de urbanización ha sido presentado.

“Cuando venden en estas condiciones el problema después pasa al Municipio”, concluyó.